Tras la rendición de Alemania y luego de Japón en 1945 se abrigaron grandes esperanzas de poder crear un mundo nuevo y mucho mejor a partir de las ruinas morales y físicas de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la combinación del enorme poder de Estados Unidos y la URSS, y el hundimiento prácticamente total de la mayor parte de sus rivales crearon un nuevo y sombrío entorno: la Guerra Fría.
Durante más de cuarenta años las exigencias de la Guerra Fría conformaron la vida de casi todos nosotros. No había parte alguna del mundo donde Oriente y Occidente no requirieran una lealtad ciega y absoluta. Países tan alejados entre sí como Corea, Angola y Cuba se definieron por el bando que acabaron escogiendo. Casi todas las guerras civiles se convirtieron en guerras de poder para las superpotencias. Al parecer, Europa se había dividido en dos indefinidamente.
Este libro es el primero en analizar con la suficiente distancia estos acontecimientos y crea un relato convincente y con enorme fuerza de la Guerra Fría. Tiene un alcance auténticamente global y capta los dramas y las agonías de un periodo siempre ensombrecido por el horror de la guerra nuclear y que, para millones de personas, no fue «frío» en absoluto: un periodo de inmensa violencia, oportunidades desperdiciadas y fracaso moral.
Lo habitual es contemplar la primera mitad del siglo xx como una pesadilla y la segunda mitad como un respiro, pero Westad muestra que para una gran parte del mundo la segunda mitad fue aún peor en casi todos los sentidos.