Geoffrey Firmin, excónsul británico en México, se ha instalado en Quauhnáhuac, a la vera del famoso volcán, sin otra intención que dar rienda suelta a su alcoholismo.
En la jornada más fatídica de su vida, que no por azar coincide con el día de los muertos, su mujer llega a la ciudad para tratar de rescatarlo y salvar su matrimonio. Sin embargo, este própósito choca con la presencia de quienes ayudan sin saberlo a Firmin en su adicción.
Contra un trasfondo a la vez festivo y siniestro, los asuntos del día se van encaminando poco a poco hacia un final inevitable, mientras se perfila un retrato no solo de un hombre volcado en la autodestrucción, sino de toda una generación fascinada con la muerte.