Desde las primeras líneas sentimos que la dominicanidad -esa síntesis espiritual de lo que nos define en la historia y en la geografía, y también en nuestras interacciones con nuestro cotidiano, nuestros sueños y nuestras angustias-traspira en cada página de este libro. No es la primera vez que el autor recurre a ese recurso didáctico y de síntesis que consiste, para tratar un aspecto del alma nacional, en tomar un símbolo, un objeto o un personaje y convertirlo en un eje alrededor del cual giran sus meditaciones como intelectual y como ciudadano. Es como si cada libro representara un nuevo capítulo de una obra gigantesca y compleja de análisis y de reflexión en tomo al alma nacional... Una labor de observación y de resumen que viene realizando desde hace tiempo, partiendo cada vez, desde puntos de vista diferentes, pero siempre en tomo a un eje primario: nuestra identidad. Juan Carlos Mieses