A cinco mil kilómetros de su hogar, sola, en una oscura carretera de los Países Bajos, una mujer se asoma a una ventana iluminada. Dentro, dos niños juegan y ríen: son sus nietas, pero Yeona nunca las ha conocido. Hace años, su hija Lea abandonó Jerusalén para construirse una vida en otro lugar, sin decir una palabra, sin dar más noticias. Sin embargo, hubo un tiempo en que madre e hija eran inseparables, en que lo eran todo la una para la otra.
Con una exquisita precisión psicológica, Blum rastrea los pasos en falso insignificantes en apariencia y los engaños de la vida familiar, en la que es posible cruzar la línea entre la protección y la posesión sin que nos demos cuenta, y sin saber si podremos encontrar el camino de regreso.
La primera vez que Romeo Montague ve a la joven Rosalina Capuleto, se enamora instantáneamente. Rosalina, testaruda e independiente, no está segura de las intenciones de Romeo, pero con su padre decidido a que se una a un convento, este apuesto y encantador extraño le ofrece la oportunidad de una vida diferente.
Sin embargo, Rosalina comienza pronto a dudar de todo lo que Romeo le ha dicho. Ella interrumpe el partido, solo para que la mirada de Romeo se vuelva hacia su prima, Julieta, de trece años. Poco a poco, Rosalina se da cuenta de que no solo está en juego la reputación de Julieta, sino también su propia vida. A tan solo unas horas de que sea desterrada detrás de los muros del convento, ¿Salvará Rosalina a Julieta de su Romeo? ¿O esta historia solo puede terminar de una manera?
Destrozando todo lo que creíamos saber sobre Romeo y Julieta, Bella Rosalina es la fascinante precuela del cuento más conocido de Shakespeare, que expone a Romeo como un depredador con una larga historia de perseguir a niñas mucho más jóvenes.
Audaz, lírico y escalofriantemente relevante, Bella Rosalina revela el oscuro subtexto de la eterna historia de los amantes desventurados: es una revisión feminista que cautivará a los lectores de los relatos literarios más vendidos como Hamnet de Maggie O'Farrell y Hester de Laurie Lico Albanese.
Nuestras vidas digitales e hiperconectadas tienen al alcance milenios de conocimiento, pero ¿qué sabemos del mundo de los fantasmas? Nosotros hemos cambiado, pero ellos no: simplemente se han adaptado y han encontrado innovadores caminos para abordarnos. Habitan en nuestras aplicaciones informáticas y deambulan por el metaverso del mismo modo que antes se escondían en casas tenebrosas, empeñados en difuminar los límites entre la vida y la muerte y siempre a la caza de nuevas formas de comunicarse, de rondar nuestros recuerdos, de vengarse o de asumir el control de nuestra vida.
Con un inigualable manejo de los códigos de la narrativa gótica y acompañadas de sus lúcidas reflexiones, Jeanette Winterson nos brinda trece modernas historias de fantasmas. Algunas son ficción, y otras pueden no serlo.
Con cuatro años, Marta Rota perdió a su padre, y en cierto modo también a su madre, pues Margarita Jovani tuvo que ganarse la vida para mantener a su familia.
Procedente de una familia de sastres barceloneses, Margarita se había criado entre telas, hilos y patrones, y se le daba muy bien percibir la belleza que puede sacar a la luz o realzar la alta costura, un don heredado y potenciado por Marta.
Esta niña, con una intuición fuera de lo común para combinar colores y prendas, abandonó a edad temprana unos estudios que poco le ofrecían, porque ella solo tenía un deseo: vestir a las mujeres.
Imagina lo peor que le puede pasar a un ser humano. Este thriller te llevará aún más allá. Y te traerá de vuelta, pero ya no serás la misma persona.
Trepidante y adictivo, Castigo es la consagración de la reina del thriller en español.
Nines despierta una mañana esperando el regalo de cumpleaños de su hijo de seis años, pero lo que recibe es su oreja en una caja con un lazo. Comienza así una angustiosa búsqueda que conmociona a todo el país. Pronto se descubrirá que no es la primera muerte de un niño en esa familia, y que el caso está relacionado con la dolorosa y extraña actuación de seis jóvenes que acuden de público a un programa de televisión.
¿Conoces esa historia de amor en la que la princesa se queda hecha unos zorros y tiene que irse a otro reino y empezar de cero?
No es bonita. Te lo digo yo, que la he vivido. Pero no te preocupes, siempre caigo de pie. Bueno, igual esta vez el patinazo ha sido un poco más sonoro y público. Tanto que he tenido que montarme en el coche, conducir seiscientos kilómetros, zurrar a una máquina expendedora por el camino y regresar al lugar al que ya no sé si puedo llamar casa. De momento, me está costando llamar a la puerta.
Dame un segundo para hacerme a la idea. Un segundo más.