¿Qué es el orientalismo? A pesar de los años transcurridos desde la publicación del célebre libro de Edward Said, a finales de los setenta, que tuvo una gran repercusión mundial, y que aún hoy día es referente para cualquier estudio sobre el fenómeno imaginario del «Oriente», la pregunta sigue en el aire. El polimorfismo del orientalismo ha contribuido a mantenerlo activo en muchas áreas del conocimiento, sea en las artes plásticas, en la literatura, en la ciencia humanística, en la arquitectura, en la fotografía, en la música o en el cine. El orientalismo identificado con el mundo islámico, en particular, se nutre del exotismo, pero también de varias y complejas fuentes, como del concepto de decadencia de Occidente y la anhelada regeneración oriental de este, del fanatismo político-religioso, del misterio, de la supremacía del deseo sexual, de la ciudad desordenada y laberíntica, etc. El orientalismo, considerado en su generalidad, nos enfrenta a problemas que conciernen directamente a la identidad de Occidente, más allá de cualquier discurso estereotipado, en particular al deseo latente de retornar a los dominios de la irracionalidad o a la pulsión jerárquica, entrevistos en el Oriente. Por consiguiente, nos seguimos sometiendo a la prueba de que es algo más que un discurso de dominación colonial de Occidente sobre Oriente. Al fin y al cabo, como demuestra el «orientalismo doméstico», el Oriente es parte de nosotros mismos, de nuestra imagen reflejada en el espejo de lo imaginario a través de diferentes medios expresivos, que todos han tomado la perspectiva como forma de contemplarlo en la distancia. Desde Voltaire a Rousseau, desde Alarcón a Gómez Carrillo, desde Feyder a Lean, desde Torres Balbás a Freyre, desde Picasso al arte contemporáneo marroquí: un conjunto de autores y circunstancias son analizados en este libro para intentar responder a la pregunta de qué es el orientalismo, y su correlato antiorientalista.