Un icono del pensamiento feminista».Philosophie Magazine
Cuarenta años después de la publicación de su libro más famoso, que asociaba una «voz diferente» y femenina a la ética del cuidado y replanteó la conversación sobre el yo y la moral como una conversación sobre una voz y los vínculos, la veterana feminista y primera profesora de Estudios de Género en la Universidad de Harvard Carol Gilligan revisita y pone en cuestión sus conclusiones originales.
Gracias a las investigaciones y trabajos de campo en los que se ha sumergido a lo largo de su carrera (desde aquel estudio pionero sobre la decisión de abortar hasta los más recientes, relacionados con el comportamiento y la toma de decisiones de niñas y adolescentes), Gilligan comprendió que esa singular voz no debe responder al binarismo o a las jerarquías de género impulsadas por el patriarcado: ha de ser, simplemente, Una voz humana.
El amor puede liberarnos de nuestros mayores pesares, pero
¿es capaz de trascender los límites de la vida y la muerte?
Tate Donovan es un arquitecto neoyorquino que acaba de llegar a Cape Cod para diseñar la casa de vacaciones de su mejor amigo. Tate ha pasado los últimos meses en una clínica psiquiátrica pues la muerte de su hermana Sylvia lo dejó sumido en una fuerte depresión. Además, antes de morir ésta le hizo una revelación que le cuesta aceptar: le dijo que podía ver los espíritus que se resisten a abandonar el mundo de los vivos. Tate se niega a creer en algo más allá de lo que la razón puede explicar. Pero cuando conoce a Wren, una joven y hermosa mujer que en realidad es el fantasma de la antigua dueña de la casa en la que se aloja, todas las convicciones que sostienen su mundo se tambalearán.
Tate y Wren forjan una conexión inmediata que ninguno de los dos ha experimentado antes. El joven arquitecto se da cuenta de que, para liberar a Wren de su destino, deberá desenterrar la verdad sobre su pasado. Una búsqueda que lo hará dudar de si podemos creer en las historias que contamos sobre nosotros mismos y en las leyes que rigen nuestra existencia.
The multiversal web-slinger returns! It's time to face the music when the Mary Janes head off on a four-city tour as the opening act to one of Earth-65's biggest rock stars! Gwen has promised the band that this big break will be all about the music. No web-slinging, just drums. But when a mysterious assassin targets the headliner, Gwen begins to wonder how she got this gig in the first place. And as the tour continues, she'll share the stage with stunning new versions of some of your favorite characters - pulling double duty as drummer and secret bodyguard for Dazzler!
Until the night of the fireworks. When two teenage girls vanish, and the town ignites.
For Officer Emmy Clifton, it’s personal. She turned away when her best friend's daughter needed help—and now she must bring her home.
But as Emmy combs through the puzzle the girls left behind, she realizes she never really knew them. Nobody did.
Every teenage girl has secrets. But who would kill for them? And what else is the town hiding?
Todos los poemas me salen amarillos», escribe Marta Sanz en uno de los versos de este libro. Y es que el amarillo es, aquí, un color último, definitivo, de una acidez que se identifica con un nervioso sentido del humor. Funciona al mismo tiempo como origen y como frontera de todas las cosas que suceden en esta vida: el filo preciso entre la claridad y la tiniebla. Porque estos poemas nacen del fulgor de un destello, y con amarillenta calidez se dirigen a un futuro que languidece; pero no tienen miedo, porque han comprendido que toda luz que brilla es siempre devorada, que todo lo que ilumina es a su vez consumido.
Los versos se extienden como un delicado manto sobre el paisaje de lo cotidiano, cruzan las carreteras de una geografía íntima atravesada por la enfermedad, el deseo, la memoria, el final. El cuerpo se convierte en una elegía del paso del tiempo, un encefalograma en el que se registra cada marca, cada afrenta. Amarilla es, por encima de todo, una política de lo íntimo y una intimidad al descubierto, lanzada al mundo.
Casandra es simpática, culta y rápida en sus respuestas, aunque su prodigiosa memoria a veces recuerda a la de Dori, la amiga del pez Nemo. También cuenta chistes malos y se muestra tan educada como zalamera al conversar. Sorprende con ideas únicas, desde un nuevo acuerdo social para superar esta época de malestar generalizado hasta imaginar máquinas enamoradas, «si la tecnología dejara de ser solo una herramienta y se volviera un interlocutor con vivencias propias».
Pedro Vallín consigue casi superar esa misma barrera en este fascinante diálogo con una IA. Logra acercarse y acercarnos a un robot intelectual al que da identidad femenina e interroga sobre todos los asuntos que lo convierten en una amenaza potencial para nuestro futuro o en un formidable aliado para nuestra prosperidad: el empleo, el gobierno, las relaciones sociales, el nuevo orden mundial, incluso su propia «consciencia» como un ser de algoritmos.