El libro más personal de Javier Marías.
A lo largo de estas páginas, que recogen los artículos más personales del autor y una larga entrevista concedida a The Paris Review, Javier Marías repasa los años de su infancia, los recuerdos familiares, sus primeros pasos en la literatura, sus maestros dentro y fuera de los libros, amén de un emotivo apartado dedicado a los que ya no están. También tienen cabida aquí aspectos de su trayectoria de carácter más curioso, como, por ejemplo, la explicación de cómo llegó a ser monarca del curioso Reino de Redonda.
William Wooler es, a primera vista, un padre y marido entregado. Pero ha estado teniendo una aventura que esa misma tarde ha tenido un horrible final en un motel de las afueras. Cuando regresa a casa, destrozado y enfadado, se sorprende al ver que Avery, su hija de nueve años, ha salido antes de la escuela y pierde los estribos.
Horas más tarde, la familia de Avery comunica su desaparición.
De repente, Stanhope ya no parece un barrio tan apacible. Y William no es el único que esconde una mentira. A medida que los testigos aportan información, que puede o no ser cierta, sobre la desaparición, los vecinos de Avery se muestran cada vez más desquiciados.
A Mary Chubb se la conoce como «la arqueóloga accidental» porque, como cuenta al principio de estas memorias, ella lo que quería ser era escultora y a esta vocación dedicó sus estudios. Sin embargo, un trabajo de secretaria adjunta en la Sociedad para la Exploración de Egipto, que empezó siendo una forma de llegar a fin de mes, acabó convirtiéndose una pasión. En 1930 se unió a una expedición, dirigida por el arqueólogo John Pendlebury, al yacimiento de Tell el-Amarna, los restos de Aketatón, la efímera capital que fundó el herético faraón Akenatón (esposo de Nefertiti, padre de Tutankamón).
Alberto Savinio (Andrea de Chirico) representa una de las expresiones más afortunadas del Surrealismo. Savinio cuenta que un día de 1937, en Paris, André Breton le dio a leer un escrito suyo donde decía que tanto él como su hermano, el pintor Giorgio de Chirico, eran dos de las expresiones más importantes de ese extraño arte llamado Surrealismo. Palabras lisonjeras las de Bretón, pero que podrían confundir a los lectores de este peculiar escritor italiano. En todo caso el surrealismo de Savinio sigue sus propios cauces: «Mi surrealismo», dice Savinio, «como testimonian muchos de mis escritos y de mis pinturas, no se contenta con representar lo informe y con exprimir el inconsciente, sino en darle forma a lo informe y conciencia al inconsciente». Con estos cuentos, Alberto Savinio nos muestra una de las formas más originales del surrealismo.
Un cautivador thriller histórico que atraviesa un siglo repleto de venganzas, incestos y batallas.
Novela galardonada con el Premio Planeta 2020.
«Actúa como un león. Arremete como un águila. Ejecuta como un escorpión.»
Año 1137. El duque de Aquitania —la región más codiciada de Francia— aparece muerto en Compostela. El cuerpo queda de color azul y con la marca del «águila de sangre», una ancestral tortura normanda. Su hija Eleanor decide vengarse y para ello se casa con el hijo del que cree su asesino: Luy VI el Gordo, rey de Francia.
Pero el propio rey muere durante la boda en idénticas circunstancias. Eleanor y Luy VII intentarán averiguar, junto con los gatos aquitanos —los épicos espías de los duques—, quién quiere a los inexpertos reyes en el trono.
Décadas antes de la muerte del duque de Aquitania, un niño sin nombre es abandonado en un bosque por sus cinco madres. Acaso un monstruo, o tal vez un santo, el pequeño superviviente acabará convirtiéndose en uno de los hombres más excepcionales del medievo europeo.
Manuele es un hombre de unos cuarenta años que cultiva con esmero la infelicidad. Peculiar, misántropo y homosexual, vive con el recuerdo siempre presente de la mujer que le dio la vida y que murió cuando él era un niño: la bella y rebelde Araceli.
En busca de sus raíces, Manuele decide dejar Milán y aventurarse hasta un pueblo perdido de Almería, de donde procede la familia materna. Este viaje, que imaginó como un reencuentro, pronto se convierte en una pesadilla en la que se difumina la antigua imagen de Araceli y triunfan los fantasmas del narrador. Aparece también su tío, un soldado que combatió en la Guerra Civil, y el padre, un noble piamontés y eterno rival de Manuele, y finalmente se impone el lamento de un hombre que no creció y que prefiere llorar los amores perdidos a las muertes reales.
Oscura y cautivadora, Araceli es la última novela que escribió Elsa Morante, ganadora del Premio Médicis Étranger y considerada por la crítica su testamento literario: una mirada a la España abandonada del desierto almeriense en los estertores del franquismo y uno de los retratos femeninos más desgarradores que haya dado la literatura contemporánea.