Con fidelidad sobrecogedora, Alexandr Solzhenitsyn describe en Archipiélago Gulag el régimen de terror que imperaba en los campos de internamiento y de castigo soviéticos durante el pasado siglo xx. Gracias a su obstinación por restituir aquello que la historia quiso borrar, Solzhenitsyn devolvió la palabra a los 227 prisioneros que le brindaron sus testimonios directos y a los millones de personas «a las que les faltó la vida para contar estas cosas», para dejar constancia de uno de los episodios más lúgubres de nuestro tiempo. Escrito entre 1958 y 1967 en la más completa clandestinidad, el primer boceto de la obra fue descubierto por el KGB en septiembre de 1973. En 1974 se publicó en Occidente, como medio de presión desde los países democráticos europeos, y hasta 1990, cuando se publicó parcialmente en la revista «Nóvy Mir», Archipiélago Gulag estuvo vedado a los lectores rusos. Este segundo volumen recoge tres de las siete partes que componen la obra completa («Campos de trabajo y exterminio», «El alma y el alambre de espino», «El penal»), y en él se describen barbaridades como la construcción del Belomor (el canal que comunica el mar Báltico con el mar Blanco) y las argucias a las que debían recurrir los prisioneros para poder sobrevivir.
Tusquets Editores culmina con este tercer volumen la publicación de Archipiélago Gulag, la monumental obra que Alexandr Solzhenitsyn redactó, en la más absoluta clandestinidad y en circunstancias miserables, entre 1958 y 1967, a partir de sus propias vivencias y de los testimonios de sus compañeros de prisión. Su valiente y estremecedora descripción de lo que constituye el sistema penitenciario soviético y del terror ejercido contra millones de seres humanos ha convertido Archipiélago Gulag en una de las obras imprescindibles del siglo xx. Presentamos ahora la traducción completa de la edición rusa, revisada y aumentada, que, en 1980, Solzhenitsyn fijó como definitiva. En las tres partes que componen este volumen («El presidio», «El confinamiento» y «Stalin ya no está»), el autor aborda los últimos años de la dictadura de Stalin y de sus sucesores, y explica cómo ?un cuarto de siglo después de que la Revolución lo aboliera? se restableció el presidio ruso, y con él los Campos Especiales reservados para los presos políticos. Solzhenitsyn describe las evasiones, las huelgas, las revueltas heroicas que tuvieron lugar en campos soviéticos de la posguerra; el confinamiento en ellos, la otra forma de exilio, fue el método empleado por el régimen para deshacerse de los indeseables. «Los dirigentes pasan», decían, «el Archipiélago perdura.»
Agosto de 1933. En Cuba tienen lugar los sucesos que más tarde se conocieron como «La revolución del treinta». La isla entera contra un presidente autoritario: el general Gerardo Machado. Cuando la situación se hizo insostenible, el presidente huyó en avión hacia las Bahamas. La víspera, un muchacho llamado José Isabel (quien, ya viejo, escribe la historia de los tres días anteriores a la huida de Machado) es testigo del asesinato de un joven en un pantano cercano a su casa. José Isabel vive en las afueras de La Habana y con él conviven en un caserío una serie de personajes que se preparan para las consecuencias del fin del Machadato y que, al mismo tiempo, recrean en la memoria sus vidas desde la Guerra del 95, contra España, hasta el presente de 1933.
Los Esterházy, una pareja excéntrica sin un pasado claro, llegan a un pueblo de la costa argentina y comienzan a regentar un antiguo hotel. Estos dos seres (y sus dos hijos, una niña y un niño más inquietantes y enigmáticos que ellos) producen el efecto de una partícula enfermiza que se introduce en las grietas de una sociedad pequeña y arrasa con su dinámica cotidiana, aparentemente calma. La pareja resulta ser un amplificador de los prejuicios, los deseos ocultos, las supersticiones, los temores y la violencia larvada en muchos de los habitantes del pueblo.
Arderá el viento es la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a la vista las miserias del cuerpo social. Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes.
Escrita en un estilo parco y de una rara intensidad, la novela es la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo.
Christopher Clay tuvo una infancia difícil. Nacido en Rusia y abandonado por sus padres, fue adoptado por una familia americana con la que se crió en los Estados Unidos. Pero nunca olvidó sus orígenes y regresó a su país convertido en Vasily Federov, un hombre de negocios inmensamente rico, decidido a recolocar a su país en el centro del poder mundial. Frente a él, Frances Coffey, legendaria agente de la CIA y su equipo de agentes especiales. Entre ellos, Aubrey Argylle, cuyo oscuro pasado familiar le capacita para una misión tan peligrosa como sofisticada: localizar, antes que los hombres de Federov, el escondite de un tesoro napoleónico, arrebatado por los nazis y trasladado en secreto a uno de los lugares más recónditos de Europa. Las cartas están echadas, que gane el mejor.
¿HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR LA LUCHA POR SER UNO MISMO?
UN AMOR TURBULENTO, UN DESEO VORAZ Y SED DE VENGANZA.
Óscar tiene muy claro que le gustan los chicos, pero solo habla del tema con su ex. No se siente a gusto en clase, sobre todo después de lo que ha pasado con su mejor amigo. Al día siguiente de ser expulsado del instituto, decide descargarse una aplicación para conocer gente.
Con David descubrirá una intimidad electrizante y un ambiente donde por fin podrá ser él mismo, pero su incapacidad para gestionar las emociones le jugará malas pasadas. Cuando parece que nada podría ir peor, se topa con una banda de ultras que lo marcarán para siempre.