Tras plantar a su prometido en el altar y renunciar a su trabajo como policía en Miami, Beau Hayley va dando tumbos por la vida. No siente nada. Solo resentimiento. La muerte de su madre fue calificada de accidente. No está convencida de ello. Pero cuando conoce a James Kelly, un hombre tan herido como ella, algo cambia. A pesar de su apariencia gélida, despierta en Beau un torrente de emociones prohibidas. James es placer. Un completo enigma.
James Kelly solo tiene una misión: vengar brutalmente la muerte de su familia. El entramado de crímenes y engaños le conduce irremediablemente hacia Beau Hayley, la hija de la agente del FBI que le persiguió sin descanso hasta su muerte.
Vuelve el autor del bestseller La cadena con un thriller del que no podrás huir. Bienvenidos a la isla.
Heather ha logrado cambiar de vida: se ha casado con Tom, un joven y brillante médico viudo con dos hijos. Cuando su marido recibe una invitación para asistir a un congreso en Australia, deciden que la familia al completo lo acompañe para afianzar la relación entre Heather y los hijos adolescentes de Tom y lograr que la nueva familia funcione. Pero las que iban a ser unas idílicas vacaciones acabarán tomando un rumbo muy distinto.
El castillo de los destinos cruzados, que su autor consideraba uno de sus mejores libros, se publicó originalmente en 1973, tras un elaborado proceso de escritura por medio de métodos combinatorios que le llevó cinco años. Las dos narraciones que lo componen ―El castillo y La taberna― fueron concebidas a partir de un mismo juego formal: las posibles interpretaciones de dos diferentes mazos de tarot, cuyas cartas se reproducen como anotaciones al margen a lo largo del libro. Para la primera de las narraciones, el punto de partida es el tarot Visconti ―con sus delicados miniados que reflejan el refinamiento renacentista―, que genera una serie de historias cortesanas que aluden al Orlando furioso de Ariosto, protagonizadas por personajes de «bella apariencia y vestidos con atildada elegancia». Y para la segunda, el tarot de Marsella, de trazos más toscos, y que requiere personajes más burdos y un lenguaje más popular.
"París. Un poema" representa un importante hito en la vanguardia en lengua inglesa. Publicado en 1920 en Hogarth Press, la mítica editorial fundada y dirigida por Leonard y Virginia Woolf, condensó muchos de los postulados del modernismo (el gusto por lo "oculto", la fragmentación, el carácter o el "método mítico", las alusiones literarias, históricas y políticas o la libertad formal) y antecedió en casi tres años a "La tierra baldía", de T. S. Eliot. Una auténtica "joya perdida" de la cual ofrecemos la primera traducción al castellano.
William Faulkner, galardonado con el premio Nobel de Literatura de 1949, es uno de los escritores más aclamados e influyentes de la literatura norteamericana del siglo pasado. Su obra transita los caminos más complejos con maestría técnica y un avasallador talento narrativo, capaz de generar un universo en torno al pequeño y apócrifo condado de Yoknapatawpha, trasunto de su Mississippi natal, a través de la combinación de un profundo desarrollo de los personajes y de un innovador repertorio de recursos expresivos que alcanza su cima en "¡Absalón, Absalón!" Hoy nadie pone en duda que "¡Absalón, Absalón!" es una obra maestra y una novela clave en la literatura universal.
"El zoo de cristal" es una declaración de intenciones. El teatro no puede ni debe ser una sucesión de diálogos y acotaciones. Una pieza dramática es la obra de arte más completa, pues en ella intervienen los más variados lenguajes. La pieza, más allá de valoraciones caducas, es un prodigio de teatro plástico. Por su parte, "Un tranvía llamado Deseo" es un clásico de la dramaturgia occidental. Como todo clásico, nunca ha tenido más vigencia que en estos momentos. Cuando Blanche le pide a su hermana Stella que no se quede atrás con las bestias y afirma que Stanley no puede ser la "solución", habla en nombre de una humanidad asediada por la brutalidad, la intolerancia, los atavismos y la mediocridad más ramplona; es decir, habla en nombre de todos nosotros.