Tercera entrega del padre del Ciberpunk.
El fantasma fue el regalo de despedida de su padre. Se lo entregó un secretario vestido de negro en la zona de embarque del aeropuerto de Narita.
Mona es una joven con un pasado turbio y un futuro incierto cuya vida da un vuelco cuando su proxeneta la vende a un cirujano plástico de Nueva York y, de la noche a la mañana, se convierte en otra persona. Angie Mitchell es una estrella famosa de Senso/Red de Hollywood con un talento muy particular, y ha empezado a recordar cosas a pesar de que los jefes de su estudio se esfuerzan para que no se dé cuenta.
No tardará en descubrir quién es en realidad… y por qué no necesita una consola para enchufarse en el ciberespacio. Todo se pone en marcha en el interior de la matriz, y los seres humanos empiezan a usarse como piezas en un tablero. Y detrás de todas las intrigas se encuentra la sombría Yakuza, la poderosa mafia japonesa cuyos líderes manipulan implacablemente a las personas y los acontecimientos para conseguir sus objetivos.
O eso es lo que creen…
El tercer volumen de la Trilogía de Sprawl, la serie más emblemática de William Gibson, todo un clásico de la ciencia ficción.
De la autora de Circe y La canción de Aquiles, una mujer en lucha por su libertad.
Un arrebatador relato ilustrado donde se recrean audazmente los mitos de Galatea y Pigmalión.
En la Antigua Grecia, Pigmalión, un talentoso escultor de mármol, ha sido bendecido por una diosa, que otorga el don de la vida a su obra maestra, la mujer más hermosa que jamás se haya visto en el lugar: Galatea. Una vez que el tallista la convierte en su esposa, espera que lo complazca y sea obediente, la personificación de la humildad, pero ella tiene sus propios deseos y anhelos de independencia. En una apuesta desesperada de su obsesivo marido por controlarla, acaba recluida bajo la constante supervisión de médicos y enfermeras, pero, con una hija a la que rescatar, Galatea está decidida a liberarse a cualquier precio.
«Era el año del Señor de 1989. La gente oía hablar de guerras y de revueltas, pero no se asustaban, pues esas cosas tenían que suceder.» El ala derecha es el volumen que cierra la monumental trilogía «Cegador». Estamos en 1989 («el último año del hombre en la Tierra», y también el año de la Revolución). La aciaga dictadura de Ceaușescu experimenta sus últimos estertores. En los circos del hambre, largas colas de mujeres esperan la comida que no llega, vigiladas de cerca por los agentes de la Securitate. Bucarest es un mausoleo, una ciudad de muertos y de noche, de ruinas y de miseria. El joven Mircea se debate entre la realidad punzante y las visiones alucinadas de un lugar que se asoma al fin del mundo, embarcado en una disección salvaje y mística de la primera infancia, en un viaje onírico por el laberinto de la genealogía familiar, en el que todo converge y todo acaba, en una plenitud tan fugaz como el latido de las alas de una mariposa.
En 1923 vieron la luz las Elegías de Duino, uno de los ciclos poéticos más influyentes del siglo XX. Rainer Maria Rilke había empezado a escribirlo diez años antes, una década en la que el mundo cambió de forma vertiginosa. Las elegías dan vueltas a todo lo que estaba desapareciendo en un entorno cada vez más tecnificado: el sentido de la trascendencia, el amor más profundo y radical, la condición efímera del ser humano. Este volumen incluye, además de una nueva traducción a cargo de Adan Kovacsics y Andreu Jaume, los poemas que Rilke escribió en aquella época sobre la misma temática y una selección de cartas sobre la gestación de la obra. Todo esto la convierte en la edición más completa, ambiciosa y rigurosa que se ha hecho en castellano de este clásico de las letras europeas.
En 1992, la ya anciana Chiyo Uno publicó la historia de Kazúe, una muchacha que, tras protagonizar una indiscreción amorosa, acaba escapando de su hogar. La narradora la sigue hasta Tokio, describe su vida hasta pasados los treinta y cinco años y se pregunta, en una suerte de hipnótico vaivén, las razones por las que Kazúe obró, decidió y sintió. El efecto es de una fuerza sorprendente y las frases cortas, sincopadas y estrictas parecen intentos de respuesta, siempre provisionales, a esa incesante inquisición.
Tetsuyuki Iryo es un joven universitario que vive acuciado por las deudas y los acreedores de su difunto padre y que intenta resolver su existencia abandonando la casa materna. Comienza a trabajar como botones en un hotel de Osaka. Una vez instalado en su nuevo piso, comienza la convivencia con un compañero inesperado, afincado en una columna del apartamento: el lagarto Kin. El cuerpo de Kin está atravesado por un clavo debido a una acción no intencionada cuando le cortan la luz en el destartalado apartamento, y se resiste insistentemente a morir, sirviendo de hilo a su amigo humano cada noche en sus pensamientos sobre la vida y el amor.