«Eso es mentira. Todo lo que cuentas es mentira. Nadie puede sobrevivir a tantas calamidades. Te lo has inventado todo siempre para hacernos creer que eres un héroe y no un simple inmigrante español muerto de hambre como los que vienen a la vendimia. Tú no hiciste todas esas cosas y después no ayudaste a liberar Francia de los nazis, tú no eras más que un español desarrapado y muerto de hambre cuando llegaste aquí, un cerdo español».
Con estas palabras, Mathieu renegó de su abuelo cuando era adolescente. Es febrero de 2019 y está atrapado en Portbou, punto final de uno de los caminos del exilio republicano antes de cruzar la frontera. A sus cincuenta y un años, ya no quiere ser ingeniero, pretende convertirse en fotógrafo. Cámara en mano, se pasea por los andenes de la estación de tren cerrada por la tormenta en busca de esa instantánea.
A través del objetivo ve a una joven indigente que no se separa de su carrito y a una mujer, con el pelo alborotado y aspecto descuidado, que toma un café en el bar de la estación. Él aún no lo sabe, pero la joven se llama Esther, o Jessica, y es una madre que enfermó por ser madre, estancada en ese andén, como él, en su camino a Montpellier. Isabel, que así se llama la mujer del pelo alborotado, a quien acaban de desahuciar y viaja en la autocaravana que ha conseguido salvar de la quiebra, ahora aparcada por orden de la policía local, también viaja a Montpellier, para cumplir la promesa que le hizo al único hombre al que ha querido.
Pirineos, años cuarenta. Sol Mentruit debe huir de su pueblo y refugiarse entre un grupo de contrabandistas en Andorra por haber presenciado un asesinato. Una vez allí, entra en una red de evasión en la que empieza a llevar documentación sensible al consulado británico de Barcelona. En medio de sus viajes se enamora de Max Schell, un francés estrafalario e intelectual del que descubrirá que es un oficial alemán. Cuando el líder de la red, Quim Baldrich, se entera de la relación entre Sol y Max, la expulsa, pero ella decide realizar un último acto para demostrar su lealtad y llevar a un grupo de refugiados a cruzar los Pirineos de Toulouse a Barcelona para salvarlos. Diferentes historias se irán entrecruzando hasta confluir en ese momento que resultará definitivo para todos.
Tras una exhaustiva documentación y partiendo de recuerdos transmitidos por su familia, el célebre autor siciliano revive, en una historia de humor amargo, las masacres de 1848 en Sicilia oscurecidas por las autoridades y olvidadas por los historiadores.
La primera masacre tuvo lugar en Porto Empedocle, donde el mayor Sarzana liberó de un solo golpe a 114 prisioneros, los asfixió y los quemó vivos en una celda común; el segundo tuvo lugar en Pantelleria, donde quince agricultores fueron ejecutados por acusaciones de mafiosos y terratenientes. Las autoridades, las borbónicas y las unitarias confundieron y ocultaron su suerte, y ningún historiador se ocupó jamás de ellas. Los asesinos y cómplices silenciosos hicieron sus carreras, primero bajo los Borbones y luego en la Italia unificada.
Una trama familiar que alcanza un gran aliento épico para reflejar las turbulencias de la historia española y europea del siglo xx.
En el año 2018, en busca de un clima más soleado y benigno, Primi e Isabelle, un matrimonio belga de clase media, deciden comprar una casa en la Costa Brava catalana. La propiedad, en los alrededores de Tossa de Mar, está muy próxima a un antiguo hotel, Casa Johnstone, que durante la Guerra Civil fue adaptado por sus propietarios como refugio para un nutrido grupo de niños republicanos, algunos de ellos procedentes de Mequinensa, en la Franja catalano-aragonesa. Primi, que es hijo de españoles emigrados a Bélgica en los años sesenta, acaba descubriendo que entre esos niños estuvieron su propio padre y su tío.
Alba y Miguel son un matrimonio destrozado tras haber perdido a lo que más querían: su hija.
El dolor y la culpa han conseguido que ya no mantengan ninguna relación, ni física ni emocional; de hecho, apenas se dirigen la palabra. Son dos extraños que comparten lo único que les une a día de hoy, la casa en la que viven. Pero sus vidas dan un vuelco cuando se ven implicados en el asesinato de un hombre con el que Alba tuvo un affaire.
¿Cómo explicarle a Miranda Delgado, la inspectora de Homicidios encargada del caso, que la verdadera asesina lleva años muerta? ¿Cómo convencerla de que cese en la búsqueda de un culpable cuando la víctima podría haberla puesto tras la pista para encontrar vivo a su propio hijo?
«Un volumen de versos no es otra cosa que una sucesión de ejercicios mágicos. El modesto hechicero hace lo que puede con sus modestos medios. Una connotación desdichada, un acento erróneo, un matiz, pueden quebrar el conjuro.»
Al momento de su publicación en 1977 Borges sostiene que este es su libro más íntimo. Los veinticinco poemas y seis textos en prosa que reúne lo confirman. En casi todos ellos, unas veces de modo explícito, otras de forma evocada, puede leerse algo del orden de lo personal declinado en sus temas más caros. La eternidad, los espejos, los tigres, el amor, el tiempo, los cuchilleros, lo que es frente a lo que pudo haber sido, la mitología, los clásicos, la noche: "Nunca sabremos quién forjó la palabra / para el intervalo de sombra / que divide los dos crepúsculos; / nunca sabremos en qué siglo fue cifra / del espacio de estrellas". Borges afirma aquí que nunca salió de la biblioteca de su padre, el hecho capital de su vida; así, la abundancia de referencias librescas en este volumen es otra forma de indicar lo íntimo.