La presencia de Arsenio Lupin en un barco hacia La Española causa un gran revuelo. Este es uno de los personajes más misteriosos de la literatura, que en esta ocasión logra tener en vilo a un grupo de pasajeros. Finalmente, en tierra firme, logran quitarle su disfraz.
El parque Colibrí y todos sus habitantes cuentan con Gaetano y su abuelo Papou como guardianes. Papou ha contado a su nieto todas las maravillas de la naturaleza a través de ese pequeño bosque. Una mañana el parque y sus criaturas corren peligro, pero un requeteplan del abuelo y los brincaminos salvan a todos los seres vivos del Colibrí.
La autora realiza una divertida adaptación del clásico Los tres cerditos, aumenta la familia y la creatividad en la construcción de sus casitas. El Lobo coqueto y feroz, sopla y sopla y las derriba. Finalmente, no puede con la última y al entrar por la chimenea se quema su cola y los dejó tranquilos por siempre.
Juancho estaba muy triste, su abuelo estaba enfermo. La Navidad no era la misma porque él era la alegría del hogar. La llegada de un anciano misterioso les recordó que esa era la época más hermosa y de fe de todo el año. Luego ocurrió el milagro esperado, el abuelo se recuperó, la fe en Jesús les devolvió la alegría navideña.
La muerte de la abuela propicia el encuentro entre dos niños, uno citadino y otro pueblerino, ante la mirada adulta recelosa. Ese último le muestra qué tiene su caja de limpiabotas y cómo se lustran los zapatos. Maravillado por el proceso, el niño de la ciudad da un recorrido con la caja y por un momento ambos niños son iguales. Al partir, ¿Qué se lleva cada uno?