Phil Knight, director general de Nike, nos cuenta por primera vez la auténtica historia detrás de la empresa que fundó en 1962, que hoy en día factura más de 30.000 millones de dólares al año, y cuyo logo ha llegado a ser un símbolo global, el icono más ubicuo y reconocido en todo el mundo.
Todo comenzó con 50 dólares y una idea sencilla: importar calzado deportivo económico y de gran calidad desde Japón. Vendiendo esas zapatillas de deporte en el maletero de su coche consiguió facturar 8.000 dólares durante el primer año. Progresivamente, este pequeño negocio se convirtió en una start-up rompedora que revolucionó el mercado, creó una marca universal e innovadora y evolucionó hasta convertirse en el gigante actual.
En Nunca lideres solo vemos que los mejores equipos del mundo no ganan solo por su liderazgo. Ganan gracias al compañerismo. Sin embargo, cuando se habla de éxito, se alaba a los líderes; se presta muy poca atención a la transformación del propio equipo. Primero debemos reinventar nuestra comprensión de lo que es el trabajo en equipo y cómo funciona en un mundo laboral que es mucho más volátil, interconectado, híbrido, diverso e inclusivo que incluso hace una década. Hace tiempo que deberíamos haber reflexionado sobre los supuestos falsos y debilitadores que llevan a los equipos a rendir por debajo de sus posibilidades.