Nervio, punzón, ariete, es este libro, afilada cucaña escarbando en el alma del poeta hasta que salte, como en un duelo antiguo, la primera sangre. Qué cruenta la poesía, la nostalgia, la recomposición de la memoria... Qué severa la vida del que ama, comprende al universo, y quiere perdonar al que lo hiere, sin lograrlo. Pero, a su vez, qué hermoso el exorcismo “frankgarciano” para ahuyentar dolores, revivir recuerdos, liberarse: El Poema, que como un torbellino bienhechor, quiebra, destroza, reacomoda… Y después, ya no serás el mismo, serás otro, o más intensamente tú, ¡tanto peor! Puerto Plata, Santo Domingo, el mar, el sexo redentor, la cruel supervivencia, el nirvana… Todo confluye y gira, línea a línea… En estos poemas se ejercita un don: el de escuchar cómo tirita el alma y poder convertir tal temblor en versos y emoción. Vengan, vengan a ver lo que se ha escrito mientras esperábamos en una habitación vacía: un cosmos. ¿Quién da más?
Rafael J. Rodríguez Pérez