Cata y Leo vienen de mundos muy distintos. Ella es una de las escritoras de novela romántica más famosas del momento, con todo lo que eso supone. Él, en cambio, lleva una vida mucho más tranquila como dueño de una pequeña y desconocida librería. Aun así, ambos comparten la misma pasión: el amor por los libros.
Sin embargo, para Cata no está siendo fácil escribir su nueva novela. Se pasa los días delante de una hoja en blanco, totalmente bloqueada. Así que cuando recibe una invitación para asistir a un festival de escritores en la ciudad de sus sueños, lo interpreta como una señal. ¿Será ahí donde encuentre por fin la inspiración? ¿Qué ocurrirá cuando un malentendido cruce su camino con el de Leo?
Con extraordinaria maestría y sentido del humor, Un baile de máscaras rinde homenaje a una época, un lugar y una gente tan peculiar que se vuelve universal. Un niño va a nacer el 5 de agosto de 1942 en Masatepe, un pueblo como cualquier otro de Latinoamérica, y todos los acontecimientos parecen conjugarse alrededor de este hecho. Oculto detrás de la celebración de un baile de máscaras provinciano, la llegada al mundo de este pequeño es casi un asunto de suerte en medio de una batahola de sucesos que le confieren especial significado.
Un beso no es solo un beso.
Un beso puede ser accidentado, oler a tierra mojada
y acabar uniendo a dos polos opuestos.
El compromiso más fiel y duradero que tiene Buffy es con sus amigas y con el hotel familiar que regenta junto con su madre. Eso de relacionarse y comprometerse con un chico le da dolor de cabeza, además de mucha pereza. Aunque todo puede cambiar después de que un distante y atractivo ruso irrumpa en su hotel como un huracán.
Nikolay llega a Variety Lake, un pueblo del que jamás había oído hablar, dispuesto a encontrar todas las respuestas que está buscando aunque no esté preparado para escucharlas. Como tampoco lo está para que esa chica del pelo rosa lo rete con la mirada cada vez que se encuentran, lo lleve al límite con esa lengua tan afilada que tiene y lo ponga nervioso de mil maneras diferentes. Y no todas son malas.
Y es que Buffy y Nikolay creían tener la vida controlada hasta que sus caminos se cruzan una noche de lluvia de la forma más surrealista posible.
Hay muchos motivos por los que Lovelight Farms ya no es el paraíso invernal con el que Stella Bloom soñaba: los abetos marchitos, el establo de Papá Noel conquistado por mapaches, mercancías extraviadas, una deuda tremenda...
Para intentar salvarlo, Stella se presenta a un concurso. Pero hay un problema: intentando pintar Lovelight como un destino para vacaciones en pareja, Stella dijo que lo llevaba con su novio. Y no tiene. A quien sí tiene es a Luke Peters, su mejor amigo, que de repente se ve con un negocio a su nombre y, de paso, con una relación falsa. No obstante, fingir que está enamorado de Stella le resulta fácil, y puede que el destino le haya hecho el mejor regalo de Navidad posible...
Un granjero malhumorado y una famosa influencer tienen una segunda oportunidad para enamorarse en esta comedia romántica llena de encanto que ha arrasado en BookTok.
«Una de las voces más prometedoras de la romántica actual». —Hannah Grace, autora de Romper el hielo
Evelyn St. James no es el tipo de mujer que un hombre olvida fácilmente. Beckett Porter, desde luego, no ha sido capaz de hacerlo. Cuando Evie reaparece de repente en su vida, Beckett se da cuenta de que no tenía ni idea de que la increíble mujer que conoció es, en realidad, una influencer mundialmente famosa. Pero al terminar su trabajo en el pueblo, Evelyn se marcha y Beckett se propone, esta vez sí, olvidarla.
Sin embargo, Evie está harta de su vida online y no tarda en regresar a Inglewild y a la encantadora Lovelight Farms. Y no: su decisión no tiene absolutamente nada que ver con cierto granjero guapo con el que pasó dos noches increíbles. Nada en absoluto.
Un beso no es solo un beso.
Un beso puede ser eterno. A veces, tarda en llegar,
pero se queda para siempre.
Para Zoe, Liam es más que un vecino; es su mejor amigo, el chico que se colaba en su habitación por la ventana mientras crecían, y el que más veces le hace poner los ojos en blanco.
Para Liam, Zoe es su rubia favorita, la persona en la que más confía y también la chica con la que más le gusta meterse.
Pero todo cambia cuando a Zoe la dejan plantada y, como siempre, Liam es quien está ahí para consolarla. Es entonces cuando Zoe empieza a sentir un extraño cosquilleo en el estómago, Liam tiene miedo de decir en voz alta todo lo que piensa y ambos comienzan a mirarse de una forma diferente. Y es que eso que parecía una simple amistad podría convertirse en otra cosa.