Tras seducir a lectores y críticos de todo el mundo con El abanico de seda y Dos chicas de Shanghai, Lisa See vuelve a cautivarnos con La isla de las mujeres del mar, una bella e introspectiva novela sobre los lazos de amistad de dos jóvenes hanenyeo -mujeres buceadoras de la isla surcoreana de Jeju, cuya forma de vida ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad- y las poderosas fuerzas, tanto naturales como históricas, que las rodean.
Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad.
Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.
Notre-Dame de París cuenta la historia de la gitana Esmeralda, quien en compañía de su cabra Djali toca la pandereta y baila en las calles de París para subsistir, hasta que se la acusa de haber asesinado al capitán Phoebus, su amado, y se la condena a la horca. Sin embargo, el jorobado Quasimodo, campanero de Notre-Dame, quien tras su deformidad esconde un corazón sensible y sediento de amor, luchará para salvar a la gitana. Recreación del mito de la bella y la bestia y uno de los monumentos de la literatura francesa, Notre-Dame de París es una historia verdaderamente inmortal.
Cuando, un gris día de otoño, Joséphine sale de su pequeño ático en el canal Saint-Martin, en París, encuentra dos cartas en el buzón. Una es de la editorial con la que colabora como traductora, y la otra de un notario desconocido. Y así, en pocos minutos, Joséphine descubre que ha perdido su trabajo, pero también que ha heredado una vivienda, aunque atípica y un poco ruinosa: su querido tío Albert le ha dejado su vieja casa flotante, amarrada en el cercano muelle del puente de la Concordia.
A regañadientes, y a pesar de los buenos recuerdos que guarda de los viajes por el Sena con su excéntrico tío, Joséphine decide venderla. Pero en el barco no solo la espera un misterioso armario cerrado del que aparentemente no hay llave, sino también un atractivo pero gruñón desconocido que afirma ser el legítimo inquilino. Y que, por supuesto, no ve por qué debería mudarse...
Durante una madrugada de 1995, Shy, un chico de dieciséis años, decide escapar del reformatorio para delincuentes juveniles Última Oportunidad. Cargando con una mochila llena de piedras y «una pesada bolsa de lamentos», se adentra en la oscura campiña inglesa. La música que sale de su walkman se mezcla con sus intensas pesadillas nocturnas, con los sonidos de una noche que parece encantada, y con las voces de su madre, de su padrastro, de profesores, de gente a la que ha hecho daño y de gente que, a pesar de todo, intenta quererle. Harto de una vida llena de dificultades y altercados, se dirige hacia un futuro incierto sobre el que pesa una enorme pregunta.
Shy es el impactante viaje, a través de una sinfonía poética que solo Max Porter podía componer, a la mente y al cruel universo de un adolescente atormentado. En esta bella y conmovedora novela, número uno instantáneo en la lista de los más vendidos en Reino Unido, se dan la mano la culpa y la rabia, la imaginación y los fantasmas, la infancia y la pérdida de la inocencia, en una historia que trata sobre perderse en la oscuridad y darse cuenta de que quizás uno no estaba tan solo.
Cuando Edie Ledwell, angustiada y con aspecto descuidado, aparece en la oficina suplicando hablar con la detective privada Robin Ellacott, ésta no sabe muy bien cómo afrontar la situación. Edie, cocreadora de una popular serie de dibujos animados llamada Un corazón tan negro, está siendo acosada por internet por un misterioso personaje llamado Anomia, del que está desesperada por descubrir su identidad.
Robin decide que no puede ayudarla y no vuelve a pensar en ello hasta que, unos días más tarde, Edie aparece apuñalada y muerta en el cementerio de Highgate, el escenario de la serie Un corazón tan negro.
Robin y su socio Cormoran Strike se ven entonces envueltos en la búsqueda de la verdadera identidad de Anomia. Pero, con una compleja red de nombres falsos en línea, intereses comerciales y conflictos familiares que resolver, Strike y Robin trabajan en un caso que pone a prueba sus poderes de deducción y los expone a una amenaza insospechada.
La década de 1950 se acerca a su fin y en Santiago de Chile Aurora se dispone a asistir a su primer año en la facultad de Medicina. En el discurso inaugural, el rector exhorta al alumnado, concretamente a las dos únicas mujeres de todo el curso, a demostrar que merecen un sitio entre esos bancos. Luchando contra los prejuicios de sus profesores, que dudan de su valía, y de sus propios compañeros, que asumen que Aurora anda en busca de un buen partido, esta cirujana en ciernes se gana un puesto de honor en la facultad. Entre lecciones de anatomía, disecciones de corazones y experimentos poco ortodoxos, pronto su propio corazón empezará a latir de forma incontrolada y Aurora deberá tomar una decisión imposible con la que vivirá el resto de su vida.