Una novela redonda sobre la huida del dolor como forma de supervivencia y la rebelión ante los roles de género contemporáneos.
Es el verano de 2014. Una mujer joven que acaba de ser abandonada por su pareja huye de Barcelona a Madrid con un secreto y la convicción de que el apocalipsis se acerca. Cuatro siglos antes, otra mujer, Deborah Moody –quien pasó a la historia como «la mujer más peligrosa del mundo»–, se ve obligada a emigrar a las colonias de América del Norte cargando a su vez con otro secreto, muy distinto. ¿Qué tienen en común estas dos mujeres? ¿Por qué han decidido alejarse de aquello que conocen y empezar de nuevo?
Es la década de 1960 y todos los teatros del West End de Londres se dirigen a Freddie Wentworth, la excéntrica propietaria de la Temple Stage School, en busca de los mejores niños actores de su escuela. De edad y origen desconocidos, Freddie es todo un enigma. Se ha convertido a sí misma en una institución gracias a la fuerza de su carácter, y ha hecho de su escuela un símbolo nacional, a pesar de que lleva años cayéndose a pedazos. No obstante, los tiempos cambian y la transformación cultural de la ciudad hace que ni siquiera la titánica Freddie se vea capaz de mantener su influencia.
Una alocada historia con la que tendréis garantizadas unas cuantas horas de diversión.
Hay personas que creen merecer más de lo que tienen, y Agustina es una de ellas. No es que quiera tener más hijos —con tres es suficiente— ni un marido mejor —su Andrés es un buenazo—, pero se aburre. Y como se aburre mucho, escribe sin parar y vuelca todas sus frustraciones y anhelos en Amanda Quong, exitosa empresaria y personaje principal de su primera novela.
Lo que ella no se podía imaginar, y de imaginación Agustina va sobrada, es el giro que va a dar su vida cuando decida publicar las notas de su novela en su perfil de Instagram, mezclando realidad y ficción en un lío del que no sabe si podrá —o querrá— salir airosa.
En un mundo de influencers de pacotilla y de princesas yo elegí ser una persona que se come el mundo antes de que el mundo me coma a mí, aunque a veces tenga náuseas.
Pero ¡cuidado! porque, sí, hablo de cosas de chicas y de chicos, de situaciones muy reales, de momentos alegres y de llanto, pero os lo digo alto y claro: todos y todas llevamos una Drama Queen dentro, solo hay que dejarla salir…
Todo el mundo confía en María para salir del enredo que se ha formado en este curso. La directora la lio parda al presentar una solicitud y ahora les han concedido una suculenta beca, pero nadie quiere organizar la red colaborativa entre centros que les exigen. El claustro ya está a punto de aceptar que Mister Marshall pasará de largo cuando María acepta ponerse al frente del proyecto.
Por mucho que algunos piensen que los maestros tienen quinientos meses de vacaciones y que se pasan el día recortando cartulinas, la verdad es que María no sabe de dónde sacará el tiempo para poner de acuerdo a tres escuelas de la España vaciada. Sobre todo ahora que su madre la ha metido en otro buen embolado y le ha endilgado a su prima en casa para ver si esta continúa magisterio o le va más el cine. Y es que, a ratos, la vida de los maestros parece una película.
Tully Hart siempre ha sido una fuerza de la naturaleza, una mujer impulsada por grandes sueños y por los recuerdos de su doloroso pasado. Creía que podría superarlo todo. Pero ahora ha tocado fondo. Kate Ryan ha sido su mejor amiga durante más de treinta años. Juntas han reído, bailado, vivido y llorado. Kate ha sido siempre su apoyo y ahora no sabe cómo va a sobrevivir.
Quiere hacer honor a la promesa que le hizo a Kate de cuidar de su familia, pero es un propósito que no se ve capaz de cumplir. Marah, la hija de Kate, se encuentra consumida por la culpa y cada vez más aislada.Y Nube, la problemática madre de Tully, ha elegido justo este momento para volver a aparecer. Y, después de todo, ¿qué sabe la ambiciosa e independiente Tully sobre formar parte de una familia?
Una llamada en mitad de la noche unirá a estas tres mujeres que han perdido su camino y que se necesitarán las unas a las otras --y quizá también un Milagro-- para transformar sus vidas.