La protagonista de esta historia tenía apenas veintiún años cuando le detectaron un tumor en la carótida izquierda que cambió su vida para siempre. Al diagnóstico le siguieron muchas pruebas, un baipás, una delicada operación para extirparle el tumor y otra demoledora noticia al despertar: tenía disfagia -un trastorno poco conocido que impide tragar.
A partir de entonces, Núria tuvo que (re)aprenderlo casi todo: a beber agua, a convivir con la enfermedad, a compartir su historia con miles de personas a través de una pantalla y a sacar fuerzas de donde no las hay.
Este libro es una lección sobre cómo convertir la debilidad en fortaleza y la angustia en esperanza. Es una invitación a ser más empáticos y a buscar el lado positivo de las adversidades incluso cuando la vida se hace muy cuesta arriba.
Cata y Leo vienen de mundos muy distintos. Ella es una de las escritoras de novela romántica más famosas del momento, con todo lo que eso supone. Él, en cambio, lleva una vida mucho más tranquila como dueño de una pequeña y desconocida librería. Aun así, ambos comparten la misma pasión: el amor por los libros.
Sin embargo, para Cata no está siendo fácil escribir su nueva novela. Se pasa los días delante de una hoja en blanco, totalmente bloqueada. Así que cuando recibe una invitación para asistir a un festival de escritores en la ciudad de sus sueños, lo interpreta como una señal. ¿Será ahí donde encuentre por fin la inspiración? ¿Qué ocurrirá cuando un malentendido cruce su camino con el de Leo?
Blake, el mejor amigo de mi hermano, nunca me ha visto como otra cosa que una cría, casi como a una hermana pequeña. Pero eso va a cambiar. Yo voy a hacerlo cambiar. Estoy más decidida que nunca a tener una aventura apasionada con él; sin ataduras, sin emociones ni sentimientos. Ahora, solo tengo que convencerlo para que acepte mi propuesta.
Una boda, una oferta indecente y una única regla que cumplir: No te enamores de Blake Anderson.
Pero, a veces, los límites entre una emoción y otra se desvanecen, y comienzas a desear lo que nunca te habías permitido.
Después de todo, las reglas están para romperlas...
Nuestras vidas digitales e hiperconectadas tienen al alcance milenios de conocimiento, pero ¿qué sabemos del mundo de los fantasmas? Nosotros hemos cambiado, pero ellos no: simplemente se han adaptado y han encontrado innovadores caminos para abordarnos. Habitan en nuestras aplicaciones informáticas y deambulan por el metaverso del mismo modo que antes se escondían en casas tenebrosas, empeñados en difuminar los límites entre la vida y la muerte y siempre a la caza de nuevas formas de comunicarse, de rondar nuestros recuerdos, de vengarse o de asumir el control de nuestra vida.
Con un inigualable manejo de los códigos de la narrativa gótica y acompañadas de sus lúcidas reflexiones, Jeanette Winterson nos brinda trece modernas historias de fantasmas. Algunas son ficción, y otras pueden no serlo.
«Una exploración desgarradora y cruda del valor necesario para encontrar tu lugar en el mundo».
Dublín, 7 de octubre del 2019. Un día, una ciudad, dos mujeres: Ruth y Pen. No se conocen, pero ambas se hacen las mismas preguntas: ¿Cómo habitar el mundo en completa sintonía con los demás y, a la vez, con uno mismo? ¿Cómo encajar y hacernos un hueco cuando el destino pretende excluirnos?
El matrimonio de Ruth con Aidan pende de un hilo, y hoy ella debe tomar una decisión: quedarse o partir para siempre, arriesgarse y tender puentes o cortar por lo sano. Para Pen, una adolescente de diecisiete años, hoy es el día en que las palabras fluirán, le contará su verdad a Alice y le preguntará lo que tan desesperadamente desea saber.
Joy tiene 34 años, 20 en el cuerpo y 100 en la cabeza. Trabaja en una agencia de publicidad que conecta a influencers con grandes marcas. Es un mundo centrado en la imagen y el lujo en el que se espera de ella que sea brillante pero Joy siente que no tiene ningún talento, que no está a la altura, y para compensar ese sentimiento que la acompleja se pone mucha presión. Ha perdido la alegría de vivir. Ella, que de niña era una explosión de felicidad y que su padre había bautizado como «su palomita», se encuentra al borde de la implosión y ha desarrollado un síndrome digital que le proporciona la falsa ilusión de tenerlo todo bajo control. Cuando su jefe le encarga la delicada tarea de organizar un evento especial para celebrar el décimo aniversario de la agencia, Joy busca la colaboración de Benjamin y su equipo y ese encuentro providencial pondrá patas arriba su vida. Poco a poco recuperará la seguridad en sí misma y la melancolía se alejará. Pero atención, porque cuando una palomita explota, hace ruido, mucho ruido...