A lo largo de cuatro décadas, la madre de Roald Dahl guardó todas las cartas que le enviaba su hijo. Ella fue la primera lectora del autor de Matilda, la persona que estimuló su deseo de narrar, fabular y entretener mediante la palabra escrita.
En esta correspondencia que ve la luz por primera vez en español, Dahl perfeccionó las dotes narrativas y el humor macabro que harían de él uno de los escritores más populares del siglo xx. También plasmó en detalle y sin morderse la lengua las experiencias cruciales de su vida, tan rica en aventuras como pródiga en tragedias: desde su educación en un estricto internado hasta sus primeros éxitos literarios, pasando por el terrible accidente de avión que sufrió en el desierto de Egipto, la colaboración con Walt Disney en Hollywood y los años de espionaje y diplomacia en las altas esferas de Washington.
La labor periodística de Mario Vargas Llosa está jalonada de textos imprescindibles sobre la cultura, la política, la historia y la realidad social de Perú cuya lectura en este volumen revela la profunda vinculación del Premio Nobel de Literatura con su país.
«Éste es el Perú que recorrió, vivió y vio evolucionar social, cultural y políticamente. El país en el que se inspiró para escribir sus novelas, el que incubó sus demonios literarios y el que despertó su inconformismo y su curiosidad intelectual. Éste es el Perú en el que proyectó sus ilusiones y con el que se enfrascó en más de una escaramuza; la sociedad que quiso transformar desde la acción política y que finalmente ayudó a moldear desde el debate público. Si como novelista logró fijar una imagen del Perú que hoy es mundialmente reconocida una imagen ficticia, mítica, que sin embargo resume de manera fiel los conflictos, dilemas, frustraciones y anhelos de la vida peruana , como intelectual logró contagiar a la sociedad con sus preocupaciones, ideas, gustos y valores. No es exagerado decir que la conversación pública en el Perú actual es la que es, en gran medida, porque a lo largo del último medio siglo Vargas Llosa publicó determinados artículos y determinados ensayos, y porque con ellos logró abrir debates económicos, morales, ideológicos y estéticos de enorme impacto en los distintos ámbitos de la vida peruana».
Junio de 1944. Hitler se retira junto con los principales dignatarios a su refugio escondido en los Alpes bávaros: el Nido.
Drogado, atormentado por todo tipo de dolencias y por horribles pesadillas, ya es aunque parece no ser consciente de ello un líder en decadencia. Sin embargo, todavía alberga una inmensa capacidad de muerte y destrucción. Sus huéspedes, entre el terror y la adoración, se olvidan de sí mismos en una sórdida fiesta de excesos para tratar de posponer un poco más el descalabre que se abre en forma de agujero negro bajo sus pies presagiando el final del Tercer Reich.
UNA FIEL ADAPTACIÓN DE UNO DE LOS MAYORES CLÁSICOS DE LA CIENCIA FICCIÓN.
Una serie de proyectiles de trayectoria precisa y regular provenientes de Marte golpean la Tierra. En la pequeña localidad de Ottershaw, en Inglaterra, el profesor Ogilvy es reacio a creer la teoría de un ataque extraterrestre que sostiene su joven alumno. Sin embargo, no tendrá más remedio que aceptar la realidad cuando uno de esos objetos no identificados impacte cerca de su casa y compruebe en sus propias carnes que las intenciones de los visitantes del planeta rojo no son pacíficas.
«Tengo que escribir sobre el placer que siento al escribir por encima de un dibujo. Esto es lo que hay que decir: entre los 7 y los 22 años pensé que iba a ser pintor. A los 22, murió el pintor que había en mí y empecé a escribir novelas. En 2008, entré en una tienda y salí con dos enormes bolsas llenas de lápices y pinceles; luego, entre el placer y el temor, empecé a dibujar en pequeños cuadernos. No, el pintor que había en mí no estaba muerto».
Desde hace quince años, Orhan Pamuk escribe y dibuja a diario en sus cuadernos. Anota sus pensamientos sobre la actualidad, dialoga con los personajes de sus novelas, confiesa sus miedos y preocupaciones, narra sus encuentros y viajes y reflexiona sobre el amor y la felicidad.
Por primera vez, el escritor que soñaba con ser pintor nos muestra una cuidada selección personal de sus dibujos, una bellísima aproximación a la íntima y prolífica lectura que hace Pamuk del mundo y de la vida a través de un conmovedor mosaico de paisajes y reflexiones. Recuerdos de montañas lejanas se convierte así en un verdadero espacio artístico alejado del diario o las memorias tradicionales, dando lugar a un libro singular e inimitable.
Carlos Pellicer (Villahermosa, entonces San Juan Bautista, 1897-Ciudad de México, 1977). Poeta, escritor, museógrafo y político mexicano, autor de títulos como Hora de junio, Subordinaciones o Práctica de vuelo. Considerado como una voz imprescindible de las letras mexicanas y, en general, de la lengua española en el siglo XX, este volumen ofrece al lector una sustantiva muestra antológica de toda su obra poética.