Una guía para cultivar tu vida espiritual de forma sencilla y práctica
En una sociedad ultraconectada y saturada de estímulos, en la que todo sucede a un ritmo frenético, cada vez más personas se sienten desconectadas de su interior. El miedo, la angustia o la necesidad de hacerse preguntas despiertan nuestra inquietud, y el deseo de cultivar nuestra espiritualidad para experimentar sus beneficios resulta cada vez más acuciante. Pero ¿qué podemos hacer para vivir en armonía?
Tras un intenso trabajo de investigación y práctica personal, Alejandra Rodríguez te proporciona los conocimientos y hábitos necesarios para que puedas trabajar tu conexión espiritual y mantenerla en el tiempo. Todo ello a través de la filosofía slow, con la que podrás sumergirte en el análisis y la introspección, y redescubrir la importancia de la actitud y las tareas mundanas o el cultivo del entusiasmo y la meditación como camino hacia la paz.
La búsqueda del amor, las trampas del ego, la consciencia activa o el autoconocimiento son algunas de las cuestiones que aborda este libro. Olvida la tiranía del éxito y los constructos mentales que nos esclavizan y vive una experiencia transformadora.
En ocasiones nos sentimos incapaces de seguir avanzando, cuando una separación, la pérdida de un ser querido, una enfermedad o un revés económico nos hunden en la desesperación. En tales momentos creemos que no podremos superar el dolor, que no seremos capaces de sobreponernos a la aflicción.
"Meditar no es cantar un mantra, tampoco es rezar, simplemente es volver a casa y descansar un poco." OSHO Todos hemos experimentado momentos de "llegar a casa" y sentirnos relajados, centrados y sin las inquietudes características de nuestra vida diaria. Con las técnicas, parábolas y meditaciones de Volver a casa, estos raros momentos de "sentirse en casa" se pueden convertir en una constante que impregne todos los aspectos de nuestras vidas.
Muchas veces anhelamos experimentar un mayor nivel de salud, prosperidad y felicidad y , sin embargo, somos de alguna manera conscientes de que, a menos que cambiemos algo muy profundo en nuestra forma de ser, no vamos a poder alcanzar semejante meta. En El Camino del Despertar, el doctor Mario Alonso Puig nos propone embarcarnos en un proceso de transformación que nos permita superar esas limitaciones físicas, mentales y anímicas que, operando desde dimensiones ocultas de nuestra mente, no nos están permitiendo vivir en plenitud.
Con frecuencia se nos olvida que el camino que nos lleva al encuentro con nosotros mismos pasa necesariamente por los demás, sean éstos amigos, familiares o pareja. El contacto con nuestros semejantes, con todo lo que ello tiene de exaltante y enriquecedor, pero también de problemático y complejo, constituye una etapa necesaria para conquistar la realización personal. Para Jorge Bucay la autodependencia, ese ideal que nos convierte en los dueños y señores de nuestra persona, no puede desligarse de los otros, de aquellos hombres y mujeres que nos acompañarán en el camino (unas veces de manera fugaz y otras de forma permanente) y con los que compartimos afecto, amistad, apoyo, intimidad y sexo.
Al enfrentar desafíos, tareas desagradables y cuestiones contenciosas como las tareas escolares, el tiempo frente a la pantalla, las elecciones alimentarias y la hora de dormir, los niños a menudo se comportan mal o se cierran, respondiendo con reactividad en lugar de receptividad. Esto es lo que los autores superventas del New York Times, Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, llaman una respuesta de No Cerebro.
Pero nuestros hijos pueden ser enseñados a abordar la vida con apertura y curiosidad. Los padres pueden fomentar la capacidad de sus hijos para decir sí al mundo y dar la bienvenida a todo lo que la vida tiene para ofrecer, incluso en tiempos difíciles. Esto es lo que significa cultivar un Cerebro afirmativo.
Cuando los niños funcionan desde un cerebro afirmativo, están más dispuestos a tomar riesgos y explorar. Son más curiosos e imaginativos, menos preocupados por cometer errores. Son mejores en las relaciones y más flexibles y resilientes cuando se trata de manejar la adversidad y los grandes sentimientos.