«He escrito Cartas de las mujeres que aman demasiado con dos propósitos: primero, como una manera práctica de responder en detalle las innumerables cartas que recibí tras la publicación de mi primer libro; y en segundo lugar, para crear la oportunidad de que quienes comparten el problema de la adicción a las relaciones aprendan unos de otros cómo ha sido la lucha y, si se ha producido la recuperación, cómo se logró.
Refrescando los principios presentados en Las mujeres que aman demasiado he elaborado cuidadosos y completos análisis de estas cartas, en las que tantas mujeres relataron la manera en que pusieron en práctica los principios de la recuperación.
Compartamos, entonces, nuestras experiencias para llegar a una vivencia del amor plena, equilibrada y feliz.»
SI EL AMOR YA SE HA ACABADO, ¿POR QUÉ SIGUE DOLIENDO?
Cuando atraviesas una ruptura —con alguien, con el pasado—, inevitablemente rompes también con una parte de ti. A veces, esos pedazos rotos se vuelven a recomponer en una especie de puzle nuevo, pero otras veces se perderán para siempre, aunque los recuerdos permanezcan. A fin de cuentas, terminar y olvidar nunca fueron de la mano.
¿Cuándo se supera el duelo? ¿Cómo se encuentra el camino de vuelta a una misma? ¿Cuánto nos están afectando los distintos modelos relacionales y las relaciones abiertas?
La ansiedad, la tristeza, la búsqueda de la identidad, la soledad, el miedo a crecer... Marta Cillán, cofundadora de Devermut, en un ejercicio de autoficción analiza cómo uno se puede recomponer después de la pérdida, a la vez que reflexiona con lucidez sobre los nuevos tipos de relaciones que están surgiendo y desarrollándose acorde a la emocionante (y agotadora) revolución amorosa de nuestros tiempos.
«Deseo de corazón que este libro pueda ser un refugio para ti, en el que sentirte acompañada y arropada todos esos días en los que parece que nada te calma y que toda la teoría que crees saber parece esfumarse».
En mi primer libro, Acepta y vuela, quise plasmar mi historia para tratar de inspirarte y servirte de empujón. Quería que me vieras desde el otro lado del miedo, tendiéndote la mano y enseñándote que sí, sí merece la pena intentarlo un poco más.
Más yo que nunca viene con la intención de responder a esa pregunta de «¿por dónde empiezo?», que tantas veces nos hacemos cuando no sabemos cómo seguir. Este libro es todo lo que sé y quiero que sepas, todo aquello que me ha servido y me sirve para recorrer el camino hacia mí misma.
En estas páginas hemos trazado el mapa para volver a ti, para no volver a soltarte de tu propia mano y encontrar siempre tu luz a pesar de cualquier oscuridad.
Monja Coen nos enseña a vivir el presente basándose en los principios del zen.
No se puede hacer nada con el pasado. El futuro es una sorpresa. El ahora es cambiante, es palpable, es real. Toma el control de tu vida comprendiendo que solo puedes ser dueño del presente.
En este libro, Monja Coen demostrará que es posible estar plenamente presente en cualquier actividad. El ahora es el único momento real que existe. El pasado no puede rehacerse y el futuro aún no sabemos cómo será. Sin embargo, el presente es real, solo depende de nosotros.
En este libro, el autor analiza la profunda necesidad interior del hombre de sabiduría espiritual y nos ayuda a desarrollar una nueva sensación de vivir, basada en el amor, el poder y la compasión. Describe en detalle nuestra relación con el mundo natural y analiza cómo podemos emplear sus asombrosos poderes en nuestro beneficio y de la humanidad. Es hora de vivir cuestiona algunas de nuestras creencias más arraigadas y ofrece una forma de liberarnos de las restricciones emocionales y las limitaciones físicas que hemos creado en nuestras vidas. Examina los factores que modelan nuestro destino, revela secretos sobre el envejecimiento que nos permitirán triunfar y explica cómo usar el poder de la intención, abrir el corazón y prosperar material y espiritualmente. Al facilitar numerosos datos científicos y consejos prácticos, Andreas Moritz nos invita a explorar y activar toda la riqueza de conocimiento que llevamos en nuestro interior, así como a empezar a vivir a partir de hoy.
El ego es justo lo contrario de nuestro verdadero ser. No es ese sustrato de nuestra existencia en el que nos reconocemos, sino una falsa identidad que adoptamos en nuestro proceso de socialización precisamente para que, reflexionando sobre lo accesorio, no nos planteemos preguntas sobre lo verdadero. El ego es un envoltorio de nuestra conciencia y, a menos que nos liberemos de él, jamás llegaremos a conocernos. Al ser un engaño, el ego rehuye lo sencillo, pues lo delata; lo difícil sí es un reto para él, y lo imposible un reto de verdad. Así pues, cuanto mayor sea el reto que aceptemos, mayor será el ego que estamos construyendo en nosotros mismos: es nuestra ambición la que dará la medida de nuestro ego, que es también la medida de nuestro fracaso.
Todo lo que hay en el universo es energía. Y la energía, en su forma más elevada —cuando las frecuencias a las que vibra son más rápidas—, es el espíritu. Si la energía en sus frecuencias más bajas y más materiales es la causa de los problemas, las altas frecuencias espirituales son su solución: si logras acceder a ellas, lo cual está al alcance de todos, habrás comprendido que el espíritu es aquello que te hace formar parte de la esencia divina, que ese es tu destino y que los problemas no son más que ilusiones que crea tu mente.
La fuerza del espíritu no solo te convence de la necesidad de descubrir tu verdadero yo a través del espíritu, para así vivir conforme a la armonía y la felicidad; también explica los pasos que hay que dar para lograrlo: el reconocimiento, la percepción y la reverencia.
El mundialmente famoso autor de Tus zonas erróneas ha escrito el libro más provocador e importante de su carrera. En él, el doctor Dyer defiende que somos aquello en lo que creemos y, mediante ejemplos, anécdotas y humor, explora tas vías de la transformación personal a través del pensamiento, el amor, el principio de la abundancia y la importancia del perdón.
Gracias a esta obra usted podrá superarse realmente, venciendo trabas y obstáculos que hasta hoy le parecían infranqueables.