Las disputas, en muchos casos sangrientas, entre las diversas sectas cristianas surgidas a raíz de la Reforma, provocaron ya desde fecha temprana una fuerte inquietud en el pensamiento europeo. John Lccke (1632-1704), destacado representante del empirismo filosófico, tampoco pudo sustraerse a la preocupación por este problema. En el Ensayo sobre la tolerancia (1666) y, más tarde, en la Epistola de tolerantia (1685) propugnó la separación entre la Iglesia y el Estado y la aceptación de todo tipo de opinión religiosa que no atentara contra los principios tundarnentales de la sociedad constituida, dos principios que continúan teniendo plena vigencia en el pensamiento político moderno.
Introducción y traducción de Carlos Mellizo
En 1571, tras un accidente montando a caballo, Michel de Montaigne abandonó su posición como magistrado en Burdeos para retirarse a su castillo a escribir. Este es el inicio, casi novelesco, de una obra capital de la cultura occidental. Montaigne dialoga con los pensadores clásicos sobre todo tipo de cuestiones en una honda reflexión acerca del «sí mismo». Sus escritos son continuas tentativas en busca de una respuesta a la que se acercan como un experimento, una probatura, un essai.
Los artículos publicados por Herbert Marcuse entre 1929 y 1931, inéditos hasta ahora en castellano, constituyen un momento de gran originalidad en la filosofía del siglo xx. En ellos puso en diálogo ideas procedentes de la hermenéutica (Diithey y el primer Meidegger) y del pensamiento crítico (Marx, Korsch y Lukács).
El objetivo de Marcuse en esta original y arriesgada empresa fue repensar las bases filosóficas de la teoría social de matriz marxista, para devolverle un alcance crítico, devaluado por el marxismo ortodoxo y por los diversos revisionismos dominantes en su época.
El resultado es una aportación a la teoría social que anticipa importantes aspectos de la teoría crítica de la sociedad desarrollada por Horkheimer y por el propio Marcuse en Nueva York en los años treinta. Pero, al mismo tiempo, estos textos escritos por el que fue asistente de Heidegger en Friburgo testifican la permanencia de motivos ontológicos heideggerianos que provocaron tensiones en su proyecto de renovación crítica de la teoría de la sociedad.