Escombros, ceniza y huesos, esto son los restos que a menudo nos encontramos al explorar un antiguo campo de batalla o las ruinas de una aldea, tierra arrasada que esconde miles de historias, desde los últimos suspiros de un soldado caído a los gritos ahogados de una familia asolada por la guerra. A menudo el rápido suceso de acontecimientos que comprendemos como historia nos ha entumecido a estas realidades traumáticas, desvinculándonos de la violencia y sufrimiento que abarca y que raras veces nos conmociona.
Solemos olvidar que detrás de la destrucción y la barbarie se encuentran personas, sus recuerdos y esperanzas silenciados por el filo de una espada; relatos humanos recurrentes que hacen de la historia algo palpitante y tangible.
Con la arqueología como herramienta, Alfredo González-Ruibal nos ayuda a afinar el oído, a escuchar estos susurros y descifrar sus relatos de violencia y agresión, acercándonos a la realidad sin los tintes opacos de la guerra o la ideología. Son precisamente estos últimos vestigios los que hablan con mayor elocuencia sobre nuestra naturaleza y su perturbadora inclinación a la destrucción.
En agosto de 1914, la historia de la humanidad cambió su curso. Después de un largo período de engañosa calma, ese mes de verano tronaron los cañones en Europa y empezó la Gran Guerra. Con el estallido del conflicto, ya no hubo vuelta atrás: se abrió un abismo entre un mundo que moría y otro que marcaría el devenir del convulso siglo XX.
Gracias a una increíble labor de investigación y una asombrosa capacidad narrativa, Barbara W. Tuchman alumbró el mejor libro sobre la Primera Guerra Mundial —y uno de los Pulitzer de no ficción más renombrados—, indispensable para entender el mundo que se abrió hace 100 años con el final del conflicto.
Una mirada inédita y desafiante que desmonta las principales teorías evolutivas de la historia.
Durante generaciones hemos visto a nuestros antepasados más remotos como seres primitivos, ingenuos y violentos. Se nos ha dicho que solo era posible alcanzar la civilización sacrificando libertades o domesticando nuestros instintos. En este ensayo, los reconocidos antropólogos David Graeber y David Wengrow demuestran que estas concepciones, que surgieron en el siglo xviii, fueron una reacción conservadora de la sociedad europea ante las críticas de los intelectuales indígenas y que no tienen un aval antropológico y arqueológico.
En el rastreo de esta falsa línea de pensamiento, este libro defiende que las comunidades de la prehistoria eran mucho más cambiantes de lo que se ha pensado; un planteamiento que desarticula los relatos fundacionales más arraigados, desde el desarrollo de las ciudades hasta los orígenes del Estado, la desigualdad o la democracia.
El amanecer de todo es una nueva historia de la humanidad, un texto combativo que transforma nuestra comprensión del pasado y abre camino para imaginar nuevas formas de organización social. Una obra monumental que cuestiona las ideas de pensadores como Jared Diamond, Francis Fukuyama y Yuval Noah Harari. Porque la suposición de que las sociedades se vuelven menos igualitarias y libres a medida que se hacen más complejas y «civilizadas» no es más que un mito.
Aunque la masonería esté envuelta en un halo de misterio, su historia la pueblan algunas de las personas más importantes de los últimos siglos, como Churchill, Disney, Mozart, Franklin o Kipling. Fundada en Londres en 1717 con una clara vocación de hermanamiento entre hombres, la Orden se expandió con rapidez. Durante el mandato de George Washington, se convirtió en el credo de la nueva nación americana. Tanto la Iglesia mormona como la mafia siciliana le deben sus orígenes. Y para Hitler, Mussolini y Franco fue una absoluta obsesión aplastar a estas redes y a sus miembros, que percibían como adoradores del diablo.
En este libro, John Dickie realiza una fascinante exploración de un movimiento cuya influencia no solo fue clave en la forja de la sociedad moderna, sino que se extiende hasta el presente. Con más de seis millones de miembros en todo el mundo, comprender hoy el papel de la masonería en la historia es fundamental.
La deslumbrante historia la creación del imperio soviético que partió Europa por la mitad durante medio siglo.
Al final de la Segunda Guerra Mundial la Unión Soviética controlaba una inmensa extensión de territorio en Europa oriental. Stalin y su policía secreta emprendieron la conversión de doce países radicalmente diferentes a un sistema político y moral totalmente nuevo: el comunismo.
La historiadora Anne Applebaum (que obtuvo el premio Pulitzer por Gulag) presenta en estas páginas la obra definitiva sobre cómo surgió el Telón de Acero y cómo era la vida al otro lado. Applebaum describe con pavoroso detalle cómo los partidos políticos, la Iglesia, los medios, las organizaciones juveniles, en suma, todas las instituciones de la sociedad civil, fueron rápidamente desmanteladas. Explica cómo se organizó la policía secreta y cómo se atacaron y destruyeron todas las formas de oposición. Como resultado, en un periodo de tiempo asombrosamente breve, Europa oriental fue estalinizada por completo. A partir de documentos inaccesibles hasta hace poco y fuentes desconocidas en Occidente, Applebaum sigue la táctica comunista en su camino al poder, las amenazas, los abusos y los asesinatos.
Después de los horrores de la primera mitad del siglo XX, que Ian Kershaw describió en su libro anterior como un «descenso a los infi ernos», los años de 1950 a 2017 trajeron paz y prosperidad a la mayor parte de Europa. Enormes mejoras económicas transformaron el continente, y el período catastrófico de las guerras mundiales parecía ir quedando atrás.
Europa era entonces un continente dividido y el destino de los europeos estuvo marcado por los caprichos de la guerra fría y sometido a la inseguridad engendrada por la amenaza nuclear. En una compleja evolución de ascensos y caídas, se produjeron también el derrumbamiento del bloque soviético, la desaparición de las dictaduras o la reunifi cación de Alemania. Pero la globalización acelerada trajo nuevas fragilidades, y el impacto de las crisis entrelazadas después de 2008 fue la advertencia más clara para los europeos de que no había garantías de paz y estabilidad.
En este extraordinario libro, Ian Kershaw ha creado un gran panorama del mundo en el que vivimos y nos hará repensar Europa y lo que signifi ca ser europeo. Ascenso y crisis completa, con Descenso a los infiernos, lo que Harold Evans ha calificado como una obra de dimensiones épicas que «nos conecta con los grandes problemas de nuestro tiempo».