Unos años antes de la Revolución rusa, dos perfumistas franceses establecidos en Moscú—Ernest Beaux y Aguste Michel—recibieron el encargo de crear una nueva fragancia para conmemorar el tercer centenario de la dinastía Románov. Con la caída de los zares y la subsiguiente guerra civil, Beaux regresó a Francia, donde conocería a Coco Chanel, y Michel permaneció en Rusia, convirtiéndose en uno de los artífices de la industria del perfume soviética. La fórmula del perfume imperial jamás se perdió, y de ella surgirían dos icónicas fragancias: Chanel nº 5 y Moscú Rojo, estandartes de dos mundos confrontados. En esta apasionante pesquisa Karl Schlögel rastrea el pasado para ofrecer una perspectiva inaudita sobre la pugna por el poder en el «siglo de los extremos» que marcó la existencia de millones de personas, mostrándonos que una gota de perfume puede encapsular una buena porción de la convulsa historia del siglo XX.
Partiendo de una refinada y vivificante traducción propia del drama sofocleo, Carlos García Gual nos guía en este original estudio a través del laberinto de la propia tragedia y de su posterior recepción: desde el teatro en Atenas a la larga sombra de Sófocles que se extiende, entre otros, hasta el psicoanálisis de Freud. Un libro rico y lleno de sugerencias para la interpretación de uno de mitos más influyentes de la cultura occidental, cuya actualidad perdura y nos hace de espejo.
Siguiendo la estela de Stefan Zweig, Marianne y Pedro Barceló ofrecen aquí un recorrido por la historia del mundo clásico a través de una galería de temas, figuras y personajes mitológicos, literarios e históricos que se extienden en un arco cronológico desde la Grecia arcaica hasta la Edad Media bizantina. Desfilan por sus páginas personajes como Nerón, Heliogábalo o Diocleciano, mujeres apasionantes como Mesalina, Agripina o la reina Zenobia y figuras literarias como las que pululan por el "Satiricón" de Petronio o por los escritos de Séneca. Una constelación de historias individuales que iluminan el universo fascinante de la cultura clásica. Prólogo de David Hernández de la Fuente
En este estudio ya clásico, Anthony Pagden comparó por primera vez las teorías del imperio que surgieron alrededor de las grandes potencias coloniales: española, inglesa y francesa. Desde la apología de la evangelización y la gloria militar que impulsaron al imperio español de ultramar o los argumentos económicos que esgrimieron ingleses y británicos para justificar la colonización hasta el moderno ideal cosmopolita que auguraba el fin del imperio y su remplazo por federaciones de estados iguales e independientes, Pagden hilvana magistralmente una historia de las ideas que aún hoy determinan la política y las distintas maneras en que cristaliza la identidad nacional en todo el mundo.
¿Sabía usted que el emperador Carlos V le hizo una hija a su abuelastra? ¿Y que Franco tenía la lágrima fácil incluso cuando no le mataban al almirante Carrero?
En este libro no he pretendido escribir la historia que escribiría el pueblo, ya que el pueblo es ágrafo por naturaleza, sino, más bien, una Historia de España contada para escépticos que no creen en la historia de España.
No pretendo que sea veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es, pero por lo menos intentaré que no mienta ni tergiverse a sabiendas, que ya es un propósito sobradamente ambicioso en los tiempos que corren. Además, procuraré que sea amena y documentada, y si el lector aprende algo de ella me daré por bien pagado.
No se escribe esta historia para halagar a nadie. El autor no aspira siquiera a merecer la aprobación indulgente de los críticos, ni a probar tesis alguna. A lo mejor por eso se deja llevar por su curiosidad e indaga en las vidas de los poderosos. No por gusto, ciertamente, sino porque está convencido de que una de las miserias determinantes de nuestra historia, la causa principal del errático y, a menudo, patético rumbo que ha seguido España lo han determinado, y, ¡ay!, lo determinan, gobernantes incompetentes y tarados.
Durante miles de años, los seres humanos ignoraron gran parte de los territorios, paisajes y pobladores del planeta, y en los mapas las regiones desconocidas recibían el nombre de Terra incognita. Todavía en el año 1840, el fondo marino era un completo misterio, treinta años después los científicos seguían defendiendo que el mar cubría los polos y en 1900 nadie había logrado alcanzar aún la estratosfera. Y, sin embargo, todas estas lagunas se convirtieron en el estímulo que nuestros antepasados necesitaban para desentrañar los secretos de la Tierra que los maravillaban y aterrorizaban a partes iguales. En pos del conocimiento cometieron innumerables errores, a veces brillantes, a menudo extraños, pero siempre fascinantes. En este magnífico ensayo, Alan Corbin nos ofrece una reveladora historia de la ignorancia como motor de la curiosidad humana que despierta nuestra sed de conocimiento y transforma nuestra visión del mundo.