Podemos ser autores o víctimas de nuestras propias historias ¿Cuál es tu elección? La libertad es el mayor anhelo de todo ser humano. Sin embargo, vivimos en la peor prisión del mundo (la del miedo, la ansiedad, la depresión, la dependencia psicológica a las drogas) porque somos incapaces de administrar nuestras emociones. Nunca el hombre ha sido tan libre por fuera, como prisionero en el fondo de su ser. Superar las cárceles mentales que se construyen a lo largo de nuestra trayectoria debe ser la gran meta de la inteligencia. Quien logra percibir que, por encima del status social, de la cultura, somos simplemente seres humanos, está abriendo una ventana para ver la vida desde otra perspectiva. En estas páginas encontraremos herramientas para adquirir una mayor sabiduría en el terreno de las emociones, mediante la comprensión de algunos pilares de la inteligencia misma.
¿Por qué habrías de invertir tiempo, energía y amor en crear algo hoy ya sea un castillo de arena o tu vida sabiendo que podría desaparecer mañana? Este libro responderá a esa pregunta y te presentará una filosofía sencilla, pero profunda, para ver y comprender mejor la vida que vives. En el proceso, quizá pueda inspirarte también a sonreír, pero lo que el autor pretende en realidad es hacerte pensar para que lo cuestiones todo y en particular, las cosas que conforman tu vida cotidiana y tu zona de confort, esas cosas que, con demasiada frecuencia, no reciben suficiente atención ni valoración. Imaginar la vida como un castillo de arena te ayudará a tomar una pausa, a redefinir tu enfoque y a identificar las cosas buenas y beneficiosas de las que no lo son.También te dará la oportunidad de abrirte a lo nuevo, desarrollar tu creatividad y hasta cambiar de opinión. En sus páginas podrás encontrar formas diferentes de ver todo,que te funcionen y te ayuden a crear una vida lo más feliz posible. Y ¿qué no es eso un excelente propósito para cualquiera de nosotros?
«He escrito Cartas de las mujeres que aman demasiado con dos propósitos: primero, como una manera práctica de responder en detalle las innumerables cartas que recibí tras la publicación de mi primer libro; y en segundo lugar, para crear la oportunidad de que quienes comparten el problema de la adicción a las relaciones aprendan unos de otros cómo ha sido la lucha y, si se ha producido la recuperación, cómo se logró.
Refrescando los principios presentados en Las mujeres que aman demasiado he elaborado cuidadosos y completos análisis de estas cartas, en las que tantas mujeres relataron la manera en que pusieron en práctica los principios de la recuperación.
Compartamos, entonces, nuestras experiencias para llegar a una vivencia del amor plena, equilibrada y feliz.»