Hay dolores y situaciones imposibles de olvidar.
Hay rencores que se encarnan en lo más profundo del alma y no logran disolverse con el paso del tiempo, aunque intentes comprimirlos dentro de un cofre y los sepultes en el fondo del océano.
¿Cómo se sigue adelante cuando los que más daño te causaron son aquellos que debían cuidarte y protegerte?
Annelie y Theo se esfuerzan por salir adelante, a pesar de sus historias personales. Historias de infancias robadas, violencia y excesos.
El destino insiste en cruzarlos en un afán por reparar lo vivido, pero hay bombas imposibles de desactivar, y el camino que los une se convertirá en un impulso irrefrenable hacia una última explosión.
A Teoberto le cuesta aceptar su transformación en zombi, pero al final decide unirse a nuestro grupo de pringaos para la misión final: la batalla contra el enderdragón. La tensión entre Teoberto y Blurp se palpa en el ambiente, y Pánfilo, Margarita y Bagel intentan que se reconcilien. Ante el dragón habrá que tomar una decisión: ¡unir fuerzas o huiiiiiiir!
La escena empieza sin abrir el telón. Dos narradores campesinos cuentan la historia situados en ambos lados del escenario. El narrador está vestido con atuendo de campo, sombrero, machete y garabato para cortar los matojos. La narradora tiene un atuendo campesino, lleva una flor en el pelo y un babonuco. Lleva una higuera de limpiar arroz. Se oye un pambiche instrumental de fondo.