Entro por Haití porque no puedo hacerlo por otra parte; pero si alguien pretendiese mancillar mi nombre por eso, decidle que yo soy la Bandera Nacional. Francisco del Rosario Sánchez
Pena de la vida para el que volviere la cara atrás; pena de la vida para el tambor que tocare retirada; y pena de la vida al oficial que lo mandare, aunque sea yo mismo. Juan Sánchez Ramírez
Los caracteres del Imperialismo Norteamericano son los siguientes: tiene por objeto el sometimiento de Estados cuya independencia y soberanía ha reconocido y tiene el deber perfecto e imperativo de respetas (Labra, Waleffe); es una avaricia ciega por mercados, por minas, por la explotación y monopolio de todos los recursos naturales de todos los países débiles, por todo lo que produzca el oro, metal del que son insaciables; su forma es la penetración pacífica, prestando dinero, comprando tierras, fomentando empresas y revoluciones, creando la animosidad entre los demás Estados e impidiendo celosamente su federación. Américo Lugo
Dulce esperanza de los hombres sensatos, delicias agradables de la patria, apoyo futuro de su gloria, tú amable juventud, pródiga de sutileza de espíritu admirable, depósito de agradables alegrías, tú que vas a saborear copiosamente de ese don inestimable, exento de distinciones odiosas que el error inventa por accidentes efímeros, que el egoísmo sostiene y que la filantropía condena, entra con alegría en el augusto templo de Minerva que se abre ahora para recibirte: aprende en filosofía a razonar con juicio, a buscar naturaleza. Andrés López de Medrano
Anochece y los Hollins, completamente perdidos, deciden acampar en pleno bosque sin sospechar nada. Ni siquiera desconfían cuando amanece y descubren que han montado la tienda cerca de un castillo con muy mala apariencia y que unos extraños perros de aspecto feroz enloquecen por ellos. ¡Al contrario! Acaban de decidir que lo más conveniente es enviar a Henry, el más pequeño de la familia, a saludar a los propietarios del castillo.
Divertida novela de aventuras en la que un grupo de niños demuestra que no hace falta tener superpoderes para lograr grandes hazañas.
¿Te gustaría que tus padres fueran superhéroes? Sí, sí, puede parecer genial, pero pregúntaselo a los hijos de los superhéroes que viven en Multipliciudad. Lo cierto es que están hartos de que sus padres vayan por ahí marcando músculo y haciendo el ridículo. Además, ahora, por si fuera poco, en mitad de la ciudad han aterrizado unos aparentemente amigables alienígenas…Pero, ¿seguro que tienen buenas intenciones? Unéte a Ben, Pippa, Toby, Marco y Estrella, quienes, sin ningún superpoder y mucho sentido común, volverán a salvar el mundo. Porque, la verdad, si fuera por sus padres…
Escapar de la torre fue una hazaña epica, ¡pero no se compara con las aventuras que le esperan a rapunzel! Este libro contiene dos historias basadas en la emocionante serie de Disney Channel.