Las viñetas, historietas y chistes que se publicaron durante la guerra civil española nos sirven hoy como testimonio gráfico de la contienda y, especialmente, de lo que suponía intentar substituir en un país devastado. Los dibujantes — inmortalizados gracias a su trabajo— se erigen en portavoces de la realidad del día a día desde el estallido de la guerra en 1936 hasta su final en 1939.
La amplia selección de dibujos refleja la diversidad de ideologías, posicionamientos y puntos de vista de una sociedad herida. Son también un muestrario de todos los matices del humor, desde el más absurdo hasta el más polarizado y revanchista.