Cuando Alejandro conoció a David, su sonrisa le pareció la magia que podría salvarlo de sí mismo. Durante años ambos se consideraron afortunados, creían que el amor que compartían era capaz de aguantar todo tipo de tormentas. Todas menos una.
Hace diez años que se fue de Madrid dejando su dolor, su corazón y a David sin apenas dar explicación. Ahora Alejandro está preparado para enfrentarse al pasado y a David, quien no ha conseguido perdonarlo, pero tampoco olvidarlo.