Pocos libros han marcado de manera más profunda y radical la literatura contemporánea que Ulises de James Joyce. Publicado por la editora Sylvia Beach en París el 2 de febrero de 1922, el mismo día en que Joyce cumplía 40 años, Ulises inauguraba una forma de narrar en la que, en palabras del escritor Antonio Soler, «queda atrás un concepto de novela en el que prima la peripecia argumental, lo externo. […] Con Joyce, la novela se aventura por los rincones más íntimos, más ocultos del ser humano y desvela con precisión los estados de ánimo, los flujos y corrientes de pensamiento, emociones y sensaciones». Ofrecemos la novela de Joyce en la traducción de José Salas Subirat, el primero en vertirla al español. Durante treinta años fue la única existente y con ella, como afirma Juan José Saer, «muchos escritores de la generación de los cincuenta o de los sesenta aprendieron varios de sus recursos y de sus técnicas narrativas en esa traducción». A la versión de Salas Subirat se le ha reconocido siempre, más allá de su alto valor histórico, una gran creatividad verbal. Lucas Petersen, autor del libro El traductor del Ulises, publicado en 2016, ha afirmado que «es notable cómo la traducción mantiene su vigencia y su frescura. Fue ganando prestigio con el correr de los años, cuando varias generaciones que se formaron con ella empezaron a poner en evidencia que en varios pasajes es un traductor muy afinado, por momentos incluso brillante».