La primera tarea que el cuentista debe imponerse es la de aprender a distinguir con precisión cuál hecho puede ser tema de un cuento. Habiendo dado con un hecho, debe saber aislarlo, limpiarlo de apariencias hasta dejarlo libre de todo cuanto no sea expresión legítima de su sustancia; estudiarlo con minuciosidad y responsabilidad. Pues cuando el cuentista tiene ante sí un hecho en su ser más auténtico, se halla frente a un verdadero tema. El hecho es el tema, y en el cuento no hay lugar sino para un tema. Finalmente, cuando podríamos decir mucho más de estos cuentos que te elevan hasta la ensoñación y el recuerdo, termínemos con una sugerencia del maestro obligado de todo aquel que se sumerja en este mundo de la literatura. Profesor Santiago De La Cruz escriba a tiempo y a destiempo para que siempre nos deleitemos con sus hermosas narraciones.
Jesús Santiago Restituyo Magister en Lingúística Aplicada a la Enseñanza de la Lengua Española. Ex. Director de la Escuela de Educación de UCATECI.