Refugiados que mueren en el Mediterráneo o que sobreviven al viaje para acabar hacinados en campos de retención. Algunos países europeos desbordados por las demandas de asilo y otros reacios a las llamadas de auxilio. He aquí el dramático espectáculo en el que han convertido a la mayor tragedia humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Frente al terrible destino de los refugiados y rechazando con ahínco la recurrente idea de que «no se puede hacer nada», Samir Naïr demuestra que sí hay soluciones y propone medidas alternativas tanto para los refugiados -pasaporte de tránsito- como para los emigrantes económicos -gestión europea concertada-. Pues no se trata tan sólo de resolver un problema humanitario coyuntural, sino de tomar las decisiones que nos han de llevar a escoger entre dos caminos: «el de la barbarie o el de la civilización».
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