SOBRE LA LIBERTAD Y LA NECESIDAD
La intención de la ley no es hacer sufrir al delincuente por lo que ha pasado y ya no puede revertirse, sino volverlo justo a él y a otros que no lo serían de otro modo, y tiene en cuenta por tanto no el acto malo pasado, sino el bien por venir, hasta el punto de que, sin esta buena intención para el futuro, ningún acto pasado de un delincuente podría justificar ante los ojos de Dios su ejecución.
Agotado