Uno de los factores más determinantes en el deterioro de las democracias liberales ha sido la degradación del periodismo. De ser un pilar básico en la cultura democrática, con la función de garantizar la libertad de expresión y el derecho fundamental de la ciudadanía a recibir información veraz sobre los acontecimientos de interés público, la prensa ha perdido músculo como contrapoder, incluso, a menudo, para convertirse en correa de transmisión del poder.
Teodoro León Gross, desde la doble condición de periodista y académico, explica cómo el debilitamiento de los medios tradicionales y su progresiva pérdida de influencia han facilitado, además, la expansión de las opciones políticas populistas que se aprovechan de la confrontación «trumpista» con la prensa, en un clima de posverdad propicio para la propagación de fake news.
Este libro aborda la crisis que atraviesa el periodismo, y su paso de cuarto poder en el siglo XX a actor secundario en el siglo XXI al perder potencia como contrapeso real para los gobiernos. León Gross detalla los factores que han concurrido en esta «mediamorfosis» a partir del ocaso del modelo de negocio basado en la publicidad con la pérdida de independencia financiera, bajo fenómenos como la tabloidización y espectacularización, el deterioro de los hechos ante la indistinción con la opinión, el triunfo de la comunicación sobre la información... hasta el factor letal: la pérdida de valor de la verdad, que da sentido al periodismo, en toda la cadena de valor.
La muerte del periodismo es un diagnóstico perspicaz sobre la pérdida de prestigio y credibilidad de éste, así como sus efectos en el empobrecimiento de la conversación pública y la polarización de la sociedad en grupos encapsulados en realidades paralelas, con un consumo fragmentario y caótico de noticias en las redes sociales.
El 7 de octubre de 2023 se produjo en Israel un ataque sin precedentes por parte de Hamás. Viejas cicatrices y fantasmas de otros tiempos hicieron acto de presencia: visiones de muerte masiva, el exterminio de judíos perpetrado por los nazis. Un fatalismo personal y colectivo inundó el discurso israelí y sus medios de comunicación. Hamás pasó por un proceso de nazificación y Hitler, nunca del todo muerto para los judíos israelíes, se reencarnó en la figura del líder islamista Yahya Sinwar, el enemigo absoluto, con el que no se negocia y al que hay que eliminar de la faz de la tierra a cualquier precio.
A raíz de los acontecimientos en Gaza, la historiadora Idith Zertal recupera su ensayo La nación y la muerte, un análisis convincente e inquietante sobre las formas en que el Estado de Israel ha utilizado la memoria del Holocausto para definir y legitimar su existencia y su política. Gracias a un primer capítulo inédito, su texto cobra un nuevo significado al trazar La línea de puntos que une el trauma de los campos con la fatídica guerra actual. Basándose en una amplia gama de fuentes, la autora expone en estas páginas el papel fundamental del Holocausto en la esfera pública de Israel, en su proyecto de construcción nacional, su política, su uso del poder y su percepción del conflicto con los palestinos. Zertal sostiene que la centralidad de la Shoá ha llevado a Israel a una cultura victimista que impregna la sociedad y su autoimagen, la divide y limita otras alternativas para la identidad judía en Oriente Medio.
Tras el exito de La manipulación del lenguaje, un libro que analizaba el hilo invisible que existe entre las palabras y la movilización de las conciencias, Nicolás Sartorius regresa con una obra en la que tratará algunas de las expresiones "más populares" de este nuevo y perverso lenguaje de la actualidad resultante tras la crisis de la Covid-19, en todas sus facetas: económica, social, política. ¿La anormalidad era lo que vivíamos? ¿Por eso hemos vuelto a una nueva normalidad? ¿Debemos crear una normalidad diferente?
Esta obra ofrece al lector en general, y no solo al estudioso, un análisis actualizado de Oriente Próximo, así como de las razones que han llevado a la actual situación: unas ideológicas, entre las que se incluyen los prejuicios y los estereotipos.
Hoy en día, en los países occidentales estamos viviendo tanto la fragmentación del binarismo del género, es decir, la división del mundo social en dos géneros, como su persistencia. Los géneros múltiples, los pronombres y los baños neutros, las designaciones X y otras manifestaciones en favor de la supresión del género se están convirtiendo en algo común. Sin embargo, la estructura ambivalente del género, con sus normas y expectativas discriminatorias, persiste en nuestra sociedad y encubre la continuidad del poder y el privilegio de los hombres. Por ello, antes de acabar de eliminar el binarismo, es necesario seguir valorando los logros de las mujeres, especialmente las de los grupos más excluidos.
Asesinos a sueldo con alma de artista, aspirantes a directores de teatro convertidos en titiriteros del Kremlin, supermodelos suicidas, Ángeles del Infierno que se creen guerreros sagrados y revolucionarios oligarcas: bienvenidos al corazón surrealista y deslumbrante de la Rusia del siglo XXI.
En La nueva Rusia, Peter Pomerantsev se sumerge en un país que desde Occidente resulta impactante: un mundo del que mana el nuevo dinero y el nuevo poder, y que cambia tan rápido que rompe todo sentido de la realidad, alberga una forma de dictadura sutil y desafía a los países de su alrededor a medida que acrecienta su fuerza.