Un pequeño movimiento en la comisura de la boca, el más mínimo cambio en la pupila, son suficientes para «leer» el verdadero yo de una persona.
Hannah Herbst es experta en reconocer las señales secretas del cuerpo humano y, como asesora policial, ha atrapado a varios delincuentes peligrosos. Mientras se enfrenta a las consecuencias de la pérdida de memoria después de someterse a una operación, se encuentra ante el caso más terrible de su carrera: una mujer ha asesinado brutalmente a su familia y tras su confesión ha logrado escapar. Hannah dispone únicamente del breve vídeo en el que la asesina admite su culpabilidad para analizar el caso. El único problema es que... la asesina del vídeo es la propia Hannah.
Charlotte Davis is in pieces. At seventeen she’s already lost more than most people do in a lifetime. But she’s learned how to forget. The broken glass washes away the sorrow until there is nothing but calm. You don’t have to think about your father and the river. Your best friend, who is gone forever. Or your mother, who has nothing left to give you.
Every new scar hardens Charlie’s heart just a little more, yet it still hurts so much. It hurts enough to not care anymore, which is sometimes what has to happen before you can find your way back from the edge.
A deeply moving portrait of a girl in a world that owes her nothing, and has taken so much, and the journey she undergoes to put herself back together. Kathleen Glasgow’s debut is heartbreakingly real and unflinchingly honest. It’s a story you won’t be able to look away from.
En la arena luchaban por su vida. En Roma luchaban por defender aquello en lo que creían. Juntas demostraron que todo es posible.
Año 124 d. C. Helena y Valeria son dos jóvenes romanas procedentes de mundos muy distintos: una esclava, la otra noble.
Sin embargo, ambas tienen que tomar decisiones que ponen a prueba su valentía. Cuando el emperador Adriano se enamora del esclavo Antinoo, el gran amor de Helena, la joven se ve obligada a convertirse en la mejor gladiadora de todos los tiempos, algo nunca visto para los romanos, y así tratar de acercarse a Antinoo. Por su parte, Valeria, hija de un abogado de renombre, sueña con vencer al destino que le espera como esposa y madre en una época gobernada por la voluntad de los hombres.
Año 131 d. C. El pueblo de Roma celebra el combate de gladiadoras más increíble que jamás se haya visto. Movidas por el anhelo de libertad y la venganza, dos mujeres se enfrentan en un duelo definitivo. El duelo de la eternidad.
Clemens Brentano (Ehrenbreitstein, 1778-Aschaffenburg, 1842), autor de una amplia obra literaria entre la que, tanto por su originalidad como por su interés en rescatar historias y leyendas populares, sobresale su obra narrativa, fue uno de los máximos exponentes del llamado círculo de Heidelberg y uno de los más importantes escritores del romanticismo alemán. "Gockel, Hinkel y Gackeleia" se contó entre los escritos más apreciados y valorados por su autor, como demuestra que fuera no solo la única narración cuya publicación autorizara en vida, sino también que regresara a ella años después de su escritura para ampliarla incluyendo sus experiencias personales y su enorme bagaje cultural y religioso. Además, se trata de una obra que permitirá a los lectores conocer la faceta lírica de Brentano, ya que en ella se encuentran distintos poemas que atestiguan su ingenio para el género.
Auric Goldfinger es, además de cruel y un gran delincuente, el hombre más rico de Inglaterra, aunque su riqueza no se puede encontrar en los bancos. Ha estado acumulando grandes reservas de oro, y eso ha atraído las sospechas de los superiores de 007, que de inmediato le encomiendan la tarea de descubrir qué planea hacer el hombre más rico del país con su riqueza y qué conexión tiene con SMERSCH.
Bond descubre así unos planes más grandiosos y mortíferos de lo que podían haber imaginado: un ingenioso plan de contrabando de oro, así como la Operación Grand Slam, un robo tan audaz que podría derribar la economía mundial. Pero para detener a Goldfinger, Bond tendrá primero que sobrevivir...