Cuando una multitud asaltó la Bastilla en julio de 1789, se cerró una etapa histórica y nació un mundo nuevo. La mayoría de los historiadores explican la Revolución francesa como el resultado de condiciones subyacentes: una economía tambaleante, tensiones sociales o la influencia del pensamiento ilustrado. Pero ¿qué creían los propios parisinos que estaban haciendo? ¿Cómo entendían su mundo? ¿Cuáles eran las motivaciones y aspiraciones que guiaban sus acciones? En esta deslumbrante obra, resumen y resultado de toda su carrera, Robert Darnton aborda estas preguntas tras décadas de minuciosa investigación para evocar un pasado de forma tan vívida como lo haría con las noticias de ayer. Su retrato del París del siglo XVIII es el de una sociedad de la información muy parecida a la nuestra, con sus circuitos de noticias centrados en cafés, parques y bajo el Árbol de Cracovia del Palais-Royal. A través de panfletos, rumores, boletines clandestinos y actuaciones públicas, se incorporaron a la agitada conciencia colectiva de los parisinos de a pie los eventos de cuarenta años intensos: desde tratados desastrosos, corrupción institucional y libertinaje real hasta emocionantes ascensos en globos aerostáticos y nuevas ideas acerca de la nación. A medida que la confianza pública en la autoridad real se erosionaba y se abrían nuevos horizontes para los ciudadanos, sin darse cuenta estos fueron preparándose para la revolución.
Hace seis meses que la abuela Carmen se abrió las venas en la bañera, y nadie ha sabido aún por qué. Ahora, sus cuatro nietas vuelven a la casa del pueblo en la que murió y que han heredado.
Lis se está recuperando de una crisis que sufrió allí mismo y solo quiere vender la casa y pasar página. Su hermana Erica sueña con organizar retiros espirituales y paseos botánicos. Olivia, prima de Erica y Lis y la mayor de las nietas, es cardióloga y busca en cada cajón alguna pista que ayude a explicar el final de la abuela. Por su parte, Nora, la hermana desastre, se plantea dejar que su camello utilice la casa como almacén para su mercancía.
Cuatro mujeres jóvenes y un legado común por descifrar: ¿una casa o una maldición que corre en los genes?
¿Puede la IA ayudarnos a entender mejor el mundo?
La complejidad del presente, los graves retos planetarios que se avecinan y las paradojas de la teoría cuántica reclaman una renovación de los lenguajes del conocimiento. Los grandes modelos lingüísticos de la IA han construido una correspondencia entre los lenguajes matemático y literario. Calculan literalmente las metáforas. ¿Qué sentido puede tener ese cálculo, más allá del literal? ¿Podría ser el vehículo de una nueva comprensión del mundo?
En Cuenta contigo Patricia Ramírez nos propone empezar a trabajar desde el propio interior para lograr nuestros propósitos. Si para empezar a hacer ejercicio necesitamos la compañía de un amigo, si para ser titular en nuestro equipo solo dependemos de la decisión del entrenador, o si para mejorar nuestro inglés esperamos que sea la empresa la que se encargue de nuestra formación, tal vez nunca logremos nuestros propósitos. ¿Por qué? Porque en estos tres casos, parece que el éxito dependerá de lo que los demás hagan por nosotros. Y esto es cómodo, pero poco eficaz.
La vida contada por un sapiens a un neandertal, La muerte contada por un sapiens a un neandertal y La conciencia contada por un sapiens a un neandertal forman el proyecto literario más original de los últimos años. El paleontólogo Arsuaga y el escritor Millás se propusieron, hace cuatro años, levantar el gran relato sobre la existencia.
Iniciaron así un viaje a lugares especiales, algunos desconocidos o poco accesibles, pero otros, espacios de la vida común donde hablar de los orígenes del ser humano, de nuestra evolución como especie y como individuos, de por qué se produce el proceso de envejecimiento, de la muerte, y del mayor enigma del ser humano: el cerebro. Es la vida, en todo caso, lo que late en estos libros. La mejor de las historias.
En el Retorno 201, una larga avenida rectilínea situada al sur de la Ciudad de México, Guillermo Arriaga pasó su infancia, adolescencia y parte de su juventud. Allí su narrativa se topó con historias que hienden como cuchillos, en donde afloran la violencia y el amor, la ternura y la brutalidad, la paz y la furia. Con agudo instinto callejero, el autor presenta personajes llenos de intensidad y de contradicciones, al límite del caos y enfrentados a complejos dilemas morales. En sus cuentos desnuda el alma humana, como en el escalofriante «Lilly», que narra lo que unos chicos le hacen a su prima con retraso mental; «La viuda Díaz», conmovedor relato de amor de una joven que cuida a su marido enfermo, varios años mayor que ella; «El invicto», donde se revelan los crueles códigos de barrio; o «Trilogía», que retrata la violencia de tres agentes de policía sobre un inocente que cometió el error de pasar frente a ellos.