Los vestigios de Abjasia, un país que no existe, una fábrica abandonada transformada en decorados para Hollywood, la Línea Verde de Chipre, la ciudad fantasma que dejó la catástrofe de Chernóbil, un cine modernista en Bruselas, insólitas fortificaciones del siglo XVIII en Italia, la ciudad de Tskaltubo y sus “aguas de la inmortalidad”, una de las termas más antiguas de Rumanía…
Roman Robroek es un fotógrafo del sur de los Países Bajos fascinado por la arquitectura urbana. Sus espectaculares fotografías de lugares olvidados en el mundo entero han ganado múltiples premios. ¿Cuál es la historia de estos edificios? ¿Quiénes vivían en ellos? ¿Para qué servían esos objetos y por qué los abandonaron? Su insaciable curiosidad por estos temas le llevó a ser fotógrafo urbano. Patrimonio abandonado es el resultado de diez años explorando lugares fantasmales en busca de respuestas.
Marianne Dashwood wears her heart on her sleeve, and when she falls in love with the dashing but unsuitable John Willoughby, she ignores her sister Elinor's warning that her impulsive behavior leaves her open to gossip and innuendo. Meanwhile Elinor, always sensitive to social convention, is struggling to conceal her own romantic disappointment, even from those closest to her. Through their parallel experience of love-- and its threatened loss--the sisters learn that sense must mix with sensibility if they are to find personal happiness in a society where status and money govern the rules of love.
Tras la muerte de sus padres, fallecidos en un trágico incendio, Richard Elauved tiene que mudarse a la remota localidad de Ballantyne, donde vivirá con sus tíos. Allí se convierte en seguida en uno de los marginados oficiales del instituto, algo que se acentúa cuando un compañero de clase llamado Tom desaparece en extrañas circunstancias: todos culparán al nuevo alumno, tan raro, retraído, irritable y taciturno.
Sin embargo, Richard vio con sus propios ojos lo que le pasó realmente a Tom, una escena verdaderamente espeluznante ocurrida en una cabina de teléfono cercana al bosque. Pero ni la policía ni nadie creen su versión... salvo Karen, otra estudiante arrinconada que lo empuja a llegar hasta el fondo de la cuestión.
Las pistas lo conducirán hasta una antigua casa señorial, ahora abandonada. Ante ella, muerto de miedo, rodeado de insectos, Richard descubrirá que lo observa, desde una ventana del cuarto piso, un hombre de rostro inexpresivo. Después, empezará a oír voces.
Fritzi es una bruja. Como única superviviente de un brutal ataque a su aquelarre, está decidida a hacer que los hexenjägers, los fanáticos cazadores de brujas, paguen por lo que han hecho.
Otto es un hexenjäger…, pero esa es solo su tapadera. Años atrás, los cazadores de brujas quemaron viva a su madre y desde entonces está planeando su venganza.
Cuando los caminos de Fritzi y Otto inesperadamente se cruzan, hay cierta desconfianza, pero forjan una tregua momentánea para hacer frente a su enemigo común y se encaminan a la salvaje y misteriosa Selva Negra. Allí saldrán a la luz inesperados secretos, nuevos peligros y conspiraciones mágicas… Con sus vidas en juego, rodeados de sangrientos hexenjäger que acabarán con ellos si tienen el más mínimo desliz, Fritzi y Otto descubrirán que empieza a aflorar entre ellos la magia más poderosa de todas.
«El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman 'allá'...»
A partir de esta localización precisa, Truman Capote captura
al lector en una historia apasionante e inaugura, como él mismo
proclamara, un género.
La historia es la de los cuatro integrantes de la familia Clutter, salvajemente asesinados en su casa, una tragedia que se enlaza con el linchamiento de Dick Hickock y Perry Smith, cinco años, cuatro meses y diecinueve días más tarde.
El género: la «nonfiction novel», una genial combinación de los elementos clave de los oficios de escritor y periodista. Con eficacia pionera, Capote siguió paso a paso la vida del pequeño pueblo de Holcomb y concentró su atención en los criminales; curiosamente, ese trabajo de investigación lo convirtió en el biógrafo de una sociedad. Como escribió Frederick R. Karl: «El caso Clutter fue seguramente el primero de los numerosos crímenes horribles, aquellos asesinatos masivos que acompañaron a los asesinatos políticos... Quizá por primera vez, Capote percibió cómo una sociedad se definía a sí misma en relación con sus crímenes, con su capacidad para asesinar».