"Vivo una relación con Édouard Louis y Didier Eribon que ya dura más de diez años. Desde los primeros meses de esta amistad, algo cambió en nuestras vidas, se produjo una quiebra profunda en nuestras existencias: empezamos a viajar juntos, a cenar los tres casi sistemáticamente, a crear, a pensar y a intervenir juntos en el espacio público, a celebrar juntos nuestros cumpleaños y los momentos tradicionalmente asociados a la familia, como la Navidad, a compartir la integridad de nuestra vivencia. Más allá de la amistad, esta relación se ha convertido para nosotros en un modo de vida, un conjunto de emociones y de experiencias compartidas, con sus ritos, sus lugares, sus tiempos, sus conexiones con los demás, con el mundo cultural e incluso con el mundo en general.
¿Te has sentido alguna vez enredado en un bucle de pensamientos que parecían devorarte?
¿Te has sentido paralizado por darle demasiadas vueltas a una decisión, atrapado en un ciclo interminable de dudas?
¿Has sentido cómo tus pensamientos se convertían en una prisión, llenándote de ansiedad y alejándote del presente?
Este libro es una invitación a dejar de "comerte el coco" y a recuperar el control sobre tu mente. Escrito en un estilo accesible y directo, explora los mecanismos del pensamiento excesivo a traves de casos reales y ofrece diez psicosoluciones prácticas para entender y enfrentarse a las trampas de la mente desde una visión estrategica, así como diez frases antídoto que te ayudarán a impulsar un proceso de transformación.
Ariah Erskine se despierta el 12 de junio de 1950 entre mullidas almohadas, toallas bordadas y el suave arrullo de las cataratas del Niágara, donde se ubica su hotel. Es el primer día de lo que espera que sea una magnífica luna de miel con su marido. Pero al otro lado de la cama solo encuentra un lugar vacío. Tras unos días de afanosa búsqueda, la joven acepta que es ahora la viuda de un suicida y trata de rehacer su vida.
Hallará consuelo en Dirk Burnaby, que se convertirá en su segundo marido, y se establecerá con él en una casa cerca de las cataratas. Con el nacimiento de sus tres hijos, el retrato de familia feliz parece estar al completo, pero las aguas del Niágara aún no se han calmado y, con el tiempo, volverán a reclamar a sus víctimas.