Tras aprender las letras y las sílabas, este libro es su primer pequediccionario. Trabajando la lectura de menor a mayor dificultad, se ha seleccionado también, un grupo de palabras superimportantes que debemos decir cada día, como gracias o perdón. Cada palabra escrita en mayúsculas, se acompaña de una ilustración muy tierna y de un divertido texto en verso para aprender jugando.
Saludar cuando uno llega y despedirse cuando uno se va, pedir las cosas por favor y dar las gracias, pedir perdón, cuidar la higiene, tener buenos modales en la mesa, ceder el asiento en el autobús, ser siempre cortés y puntual... La buena educación no es una misión imposible para los más pequeños y los animalitos de este libro van a demostrarlo.
Enseñar a los niños a compartir empieza por los juegos y los juguetes, la merienda, el paraguas, los lapiceros o un libro. Pero esos primeros pasos deben encaminarse a algo aún más importante para un corazón generoso: compartir todas las cosas especiales que no son materiales, como las ideas, la atención plena, el conocimiento y, sobre todo, el amor.