Esta es la historia del encuentro entre dos mundos: Oriente y Occidente conectados por una red de caminos conocida como la Ruta de la Seda, por la que circularon la ambición, las riquezas, el poder y, sobre todo, el conocimiento.
Todo comenzó con un puñado de objetos. Valiosas posesiones que pasaban de mano en mano y recorrían miles de kilómetros a través de océanos, desiertos y montañas. Su inmenso valor no dependía solo de su belleza o de la pericia necesaria para elaborarlas; aquellas mercancías exóticas poseían la capacidad de hacer soñar a los que las contemplaban con tierras lejanas y parajes desconocidos, preguntándose cómo serían las gentes capaces de fabricar esas maravillas. Fue así como Oriente y Occidente comenzaron a buscarse.
Estas páginas relatan esa búsqueda. Una fascinante aventura protagonizada por emperadores, mercaderes, misioneros, peregrinos errantes, feroces conquistadores, portadores de tributos y eruditos que recorrieron tres continentes —desde el valle del río Amarillo hasta las aguas del Mediterráneo— junto a caravanas de camellos, a bordo de dhows y naos o a lomos de veloces caballos de la estepa.
En las bodegas de sus barcos y en las alforjas de sus bestias de carga transportaron mercancías, pero también inventos, costumbres y nuevas formas de pensar. Fue así como los caminos de la seda se convirtieron en las venas del mundo, el escenario en el que se intercambiaron creencias y productos, y donde se materializó uno de los anhelos más hermosos del ser humano: el deseo de conocer al otro.
Los resultados electorales sorprendentes se suceden, las transformaciones geopolíticas sacuden el orden existente, las innovaciones cambian las costumbres, las mentalidades se transforman, las luchas culturales son cada vez más frecuentes. La política se encuentra hoy con un país desconocido y tampoco nuestros expertos aciertan a desentrañar qué está ocurriendo en la sociedad. Afrontamos un proceso de transformación que no sabemos explicar, y en el que con demasiada frecuencia juzgamos en lugar de comprender.
La rendición de la ciudad de México-Tenochtitlan ante el ejército indohispano que la asoló durante tres meses puso fin el 13 de agosto de 1519 a la primera etapa del proceso de reconocimiento, conquista, colonización e integración del actual territorio mexicano a la Monarquía hispánica. Esto fue el inicio de un imperio global que articuló el planeta a una escala inédita.
Los sentidos y significados de este hecho histórico han hecho correr litros de tinta desde entonces. Si unos ven solo un choque violento y otros una heroica conquista que puso las bases del imperio español, el historiador mexicano Martín Ríos Saloma plantea en este libro divulgativo una visión libre de mitos nacionalistas y alejada de la lectura maniqueísta de que aquella fue una rivalidad personal entre solo dos actores: Moctezuma contra Hernán Cortes. La conquista de México fue un proceso complejo lleno de malentendidos y también de entendimientos culturales.
Esta es la historia y la memoria compartidas no solo entre España y México, sino entre América, el Mediterráneo, Asia y África, territorios todos poseedores de complejas y originales civilizaciones que, al confrontarse, acabaron formando el mundo del cual somos herederos.