París se ha convertido en una ciudad invadida por el miedo. El comisario Adamsberg no puede permitirse confiar en nadie si quiere resolver este inquietante caso.
El comisario Adamsberg investiga las apariciones de unas extrañas inscripciones en las puertas de un edificio parisino: un cuatro invertido y debajo tres letras: CLT.
¿Es obra de una mente diabólica? ¿Es una broma?, ¿o una amenaza?
Joss, un viejo marino bretón, recibe misivas que le avisan dónde estarán las siguientes pintadas. Pánico, rumores, rencor, asesinatos y desconfianza tejen esta memorable intriga policíaca.
Esta misteriosa frase viene acompañando durante cuatro meses los círculos azules que aparecen trazados con tiza en las aceras de la ciudad. En el centro de los círculos se halla un desecho, un residuo, un objeto perdido: un trombón, una bombilla, una pinza de depilar, un yogur, una pata de paloma...
El fenómeno resulta muy divertido para los parisinos y procura material a periodistas y a psiquiatras que elaboran diferentes teorías. Sin embargo, al comisario Adamsberg no le hace ninguna gracia. Los círculos y su extraño contenido rezuman crueldad. Él lo presiente: pronto ese hecho anodino y estrafalario se convertirá en una tragedia.
En cinco siglos, cinco círculos devorarán el mundo", dice la antigua profecía. Ese día, cuando se cumplen 500 años, es hoy. Tengo 62 minutos los más cortos de toda mi vida para encontrar el Ópalo del Fin escondido en algún punto del Castillo de Lefebvre y evitarlo. Si no lo consigo, el mundo entero será engullido por cinco círculos expansivos, uno por cada siglo transcurrido desde que se lanzó el conjuro. ¿Te apuntas a esta aventura contrarreloj?