¿Quién era Capote antes de ser Capote? ¿Quién era antes de llevar la vida de un dandy en Nueva York, antes de internarse en Kansas a escribir la gran novela norteamericana de no ficción, antes de adoptar el apellido del segundo marido de su madre? Truman Streckfus Persons -tal era su verdadero nombre- tuvo una infancia de abandono y desencanto. Después del divorcio de sus padres, su madre lo mandó al campo con sus tías, en Alabama. Allí comenzó a escribir para mitigar el aislamiento. Esos relatos quedaron en el olvido durante casi ochenta años hasta que, en 2014, fueron descubiertos en la Biblioteca Pública de Nueva York por el editor suizo Peter Haag y su mujer, Anuschka Roshani. Los trece cuentos que integran esta antología revelan el talento temprano de Capote para observar lo que nadie más podía ver, para inventar historias, generar climas. Este libro ilumina nuevos aspectos del escritor que ya conocemos: un joven precoz, provocador, vivaz, conflictuado, extraño y brillante. Los primeros cuentos de Capote son una prueba del virtuosismo que lo llevó a crear sus grandes obras maestras y a convertirse en una leyenda de la literatura.
El primer amor no se olvida, solo se supera y se aprende a vivir con su recuerdo.
Hasley debe seguir con su vida, pasar página y mirar hacia adelante. Cuando su madre le dice que es hora de continuar y dejar el pasado atrás, esas palabras se le clavan como puñales en el alma.
Ella es joven y tiene todo el tiempo del mundo para rehacer su vida. Una vida que está llena de oportunidades, aunque todavía no pueda verlas.
Todo cobra un nuevo sentido con la aparición de Harry Beckinsale, licenciado en Derecho y unos años mayor que ella.
¿Será esta la nueva oportunidad para que sus sueños con Luke puedan descansar junto a su memoria?
Publicado originalmente en 1966, A sangre fría consagró a Truman Capote como uno de los grandes escritores de la narrativa norteamericana del siglo XX. Con un pie en el periodismo y otro en la literatura, relata el asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter, en Kansas, el 15 de noviembre de 1959, y el destino de los dos responsables de las muertes: Dick Hickcock y Perry Smith.
Capote se sumerge en la vida del tranquilo pueblo, esboza los retratos de las víctimas, acompaña a la policía en las pesquisas que condujeron al descubrimiento de los asesinos y, sobre todo, se concentra en los criminales hasta construir dos personajes magistrales, a los que llegamos a conocer en profundidad.