En el corazón repentino" reúne la obra poética de la trascendental filósofa Simone Weil, donde pone en duda la actitud de la sociedad. Son poemas difíciles, aunque muy plásticos, abstractos pero impresionistas, de vaivén entre las alturas espirituales y los descensos a los infiernos mecanizados del mundo obrero y la lucha de clases. Edición bilingüe traducida por Adolfo García Ortega.
¿Cómo describir el mundo en que vivimos? Žižek lo resuelve con pragmatismo: habla de un mundo loco, en el que las ideologías perdieron relevancia. A partir de tres ejes fundamentales: guerra, cine y sexo, todos los textos de este libro se hilvanan para (intentar) explicar un mundo en crisis.Lo que vemos últimamente es algo que solo podemos llamar tecnopopulismo: un movimiento político con una clara apelación populista (trabajar para el pueblo, para sus “intereses reales”, ni de izquierda ni de derecha) que promete ocuparse de todos mediante una política racional y de expertos; un enfoque pragmático que no moviliza pasiones bajas ni recurre a eslóganes demagógicos. La vergonzosa paradoja que nos vemos obligados a aceptar es que, desde un punto de vista moral, el modo más cómodo de mantener una posición de superioridad es vivir en un régimen moderadamente autoritario.
El nuevo ensayo de José Sánchez Tortosa nos ofrece una profunda y poco complaciente radiografía de la sociedad actual. En él disecciona algunos de los fenómenos más inquietantes de nuestra época: el auge del tribalismo identitario, la extensión del narcisismo a ultranza, la desconexión de amplísimas capas de población respecto al saber humanístico y filosófico, la degradación de la educación, la feudalización digital, el infantilismo y la sentimentalización de la política, la ruptura de una idea compartida de ciudadanía, las manifestaciones renovadas de antisemitismo- En un tono exigente, de densa crítica filosófica, Tortosa nos sitúa frente al espejo y se pregunta qué vemos. La conclusión no es halagüeña, pero señala algunos aspectos de la literatura, el arte, el pensamiento y la obra de los grandes maestros que, si no nos salvan, pueden al menos despertarnos del letargo y ayudarnos en la conllevancia de esta impostura digital que domina nuestra época.