García Márquez traza la historia de un amor que no ha sido correspondido por medio siglo. Aunque nunca parece estar propiamente contenido, el amor fluye a través de la novela de mil maneras: alegre, melancólico, enriquecedor, siempre sorprendente.
«La de don Gabriel es una sombra que ilumina. Y sigue presente [...] porque es un tipo que nos pertenece todos, porque es un clásico.»
Darío Jaramillo
La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradiciones. Pero este tiempo -por una vez sucesivo, y no circular-, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcilla que la mano del maestro moldea y con las que fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz.
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.
Encontró el cadáver cubierto con una manta en el catre de campaña donde había dormido siempre, cerca de un taburete con la cubeta que había servido para vaporizar el veneno.»
Esta novela, ambientada en la India tradicional, relata la vida de Siddhartha, un hombre para quien el camino de la verdad pasa por la renuncia y la comprensión de la unidad que subyace en todo lo existente. En sus páginas, el autor ofrece todas las opciones espirituales del hombre.
Hermann Hesse buceó en el alma de Oriente a fin de aportar sus aspectos positivos a nuestra sociedad. Siddhartha es la obra más representativa de este proceso y ha ejercido una gran influencia en la cultura occidental del siglo XX.
¿Cómo se alcanza el poder?
¿Cómo conservarlo?
El poder puede cambiar de forma o pasar de manos, pero siempre está ahí.
Nicolás Maquiavelo escribió El príncipe pensando en los gobernantes de su tiempo, pero, como el coronel Pedro Baños nos revela, sus ideas se pueden aplicar a lo que hoy llamamos líder, ya ejerza sus funciones en la política, en el terreno militar, en la empresa o incluso cuando se trata de un liderazgo social.
Este sagaz diálogo que Pedro Baños mantiene con Maquiavelo a través de los siglos nos permite entender las maneras de obtener el poder, cómo ganar la confianza y el respeto de los ciudadanos, la importancia de las alianzas y la prevención no solo ante los enemigos declarados, sino también ante los propios amigos. Aunque los líderes actuales deben adaptarse a un mundo complejo, no les conviene olvidar los aciertos y errores del más prestigioso influencer de todos los tiempos: Nicolás Maquiavelo.