Su mujer se llamaba Magda. Lo fusilaron entre dos ladrones. Resucitó. Era cabo de un regimiento francés que en la Primera Guerra Mundial se negaba a atacar al enemigo, en un imposible intento de aplicar los principios del pacifismo en pleno campo de batalla. Una fábula, que se publicó por primera vez en 1954 y galardonada con el Premio Pulitzer ese mismo año, es una de las novelas grandes de William Faulkner; y una de las visiones más cínicas, despiadadas y lúcidas del mundo y la guerra. Este libro desolador transmite, sin embargo, la esperanza. El ser humano prevalece. El destino se ocupa de vengarlo, con un desenlace desmesuradamente glorioso. Esta es la novela que podría acabar con todas las guerras si los gobernantes enloquecidos leyeran novelas.
Una copa, un reloj, una butaca... enseres rutinarios y aparentemente anodinos, todos ellos cobran vida y carácter propio en este hermoso libro que puede abrirse en cualquier página. Luis García Montero nos entrega aquí pequeñas piezas sobre objetos de uso tan cotidiano que a menudo pasan inadvertidos. Con elegancia, ironía y gran sensibilidad, repasa y revisa algunas de sus pertenencias, guiado por la necesidad de «tocarlas una a una, como un deseo de rebeldía, como una forma de resistencia». Un libro de relatos sobre aquello que rodea y ordena la vida del escritor, que hace poesía de lo cotidiano, del aprecio y del apego por las cosas que te han rodeado al crecer y madurar.
La riqueza de los Pilaster se basaba en el banco de la familia, una de las más sólidas y respetables instituciones financieras del Londres victoriano. En torno al consejo de administración, que preside el anciano Seth Pilaster, giran las ambiciones de la familia, sobre todo las de Augusta, su maliciosa nuera, y las de Hugh, nieto de Seth.
Augusta, junto a su falta de escrúpulos, cuenta con la alianza de Miguel Miranda, vástago de una brutal familia de caciques sudamericanos que desea contar con el apoyo del banco para sus proyectos de dominio. La lucha entre la perfidia de Augusta y la tradición de honradez de Hugh marcará durante treinta años los destinos del banco.
Tres mujeres muy diferentes unidas por una necesidad: rehacer sus vidas. Annie, Lola y Althea vivirán una experiencia única en una preciosa casa en el corazón de París, un lugar donde las segundas oportunidades se hacen realidad. Hace tres años que el marido de Annie Roland murió en un accidente de coche y desde entonces ha interpretado a la perfección el papel de la viuda afligida. Pero Annie también esconde un secreto inconfesable: aquella noche descubrió que Johnny tenía una amante y pretendía divorciarse de ella, y todavía no lo ha superado. Hizo muchos sacrificios por él, incluso aceptar mudarse a París... Vivir en la ciudad del amor no es tan emocionante cuando te sientes una extraña. Aunque París nunca ha sido su hogar, es el de sus hijos y por ese motivo Annie decidió quedarse en la ciudad. La casa que compró con Johnny es demasiado grande, pero alberga recuerdos maravillosos y, a pesar de las dificultades económicas, no puede desprenderse de ella. Por pura necesidad, emprende un proyecto que le entusiasma: alquilar habitaciones a mujeres estadounidenses que, como ella, quieren empezar de nuevo. Para su sorpresa, Annie se encariñará con sus inquilinas, Lola y Althea, y entre ellas nacerá una profunda amistad. Tal vez, con la ayuda de todas, logren esa segunda oportunidad. La crítica ha dicho... «La autora da vida a unos personajes que no solo nos fascinan sino que también nos seducen.» Goodreads
En 1921, Francoise Frenkel, una joven apasionada por la lengua y la cultura francesas, funda la primera librería francesa de Berlín, La Maison du Livre, un lugar de reunión y debate para los amantes de los libros. Con la ascensión del nazismo el clima en la capital cambia y Francoise debe escapar a París, donde empezará su viaje para huir de la persecución judía. Una librería en Berlín nos descubre, milagrosamente intactas, la voz, la mirada y la emoción de una mujer valiente que se enfrenta a la adversidad sin perder la fe en el ser humano y cuya fuerte determinación la llevará a evitar un destino trágico.
«No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aun si los hombres la conocen y la aceptan, es una violencia indebida.» El padecimiento, la enfermedad y los días finales de la madre de la narradora dan pie en esta obra a una profunda reflexión acerca de la naturaleza de la muerte y de los diversos modos de afrontarla.