Miedo multiplicado por dos es igual a terror absoluto.Si conseguiste sobrevivir más allá de Las dos después de medianoche, ahora estás obligado a encontrar el secreto más horripilante que jamás ha escondido un pueblo, y a enfocar a una bestia que despedazará tu cordura
Miedo multiplicado por dos es igual a terror absoluto. Atado a un asiento de avión en un vuelo más allá del infierno. Atrapado en las profundidades de la peor pesadilla de un escritor. Simplemente, estás en las manos de Stephen King: te dejará tieso con un extraordinario doblete de novelas, garantizando el paro cardíaco a... las dos después de medianoche.
Las edades de Lulú: Sumida todavía en los temores de una infancia carente de afecto, Lulú, una niña de quince años, es seducida por Pablo, el amigo de su hermano mayor por el que desde pequeña siente una rendida fascinación. Después de esta primera experiencia, Lulú, niña eterna, acepta el desafío de prolongar indefinidamente, en su peculiar relación sexual, el juego amoroso de la iniciación y el sometimiento. Pero el sortilegio se rompe cuando Lulú, ya con treinta años, se precipita, indefensa pero febrilmente, en el infierno de los deseos peligrosos.
Las pequeñas memorias, una joya literaria que recupera recuerdos de infancia y adolescencia de José Saramago. «Me interesa conocer mi relación con ese niño que fui. Ese niño que está en mí, siempre lo ha estado y siempre lo estará. Un adulto escribe memorias de adulto, acaso para decir: "Miren que importante soy". He hecho memorias de niño y me he sentido niño haciéndolas; quería que los lectores supieran de dónde salió el hombre que soy. Así que me centré en unos años, de los cuatro a los quince.» José Saramago Con un estilo sencillo y desnudo, Saramago describe los hechos, grandes y pequeños, que nunca, desde aquellos tiernos años, lograron desvanecerse en el tejido del recuerdo. De todos ellos, los más vívidos serán aquellos que acompañaron el despertar de su vocación de escritor: las largas horas pasadas en la encrucijada de los ríos que bañaban las tierras de cultivo de la aldea, las carreras entre los olivares, la contemplación del atardecer, la luna más luminosa que jamás alcanzara a ver mientras conducía los cerdos a la feria junto con su tío Manuel, la felicidad de acabar la tarea encomendada por su abuelo bajo una lluvia torrencial, la magia de los cines de barrio de Lisboa, la contemplación del cielo estrellado junto a su abuela en el ocaso de su vida, el arraigo a la tierra, la soledad meditabunda del adolescente...
El Papa ha muerto. El mundo vive una época turbulenta: la amenaza de una guerra total se cierne sobre la humanidad.
Para sorpresa de todos —cincuenta años atrás no se concebía que un pontífice no fuera italiano— un cardenal de origen eslavo es elegido para sucederle, un hombre que ha sufrido en su propia piel la crueldad del régimen que gobierna su país. El nuevo Papa es un hombre enérgico, cálido y cercano, que detesta la pompa y anhela renovar la Iglesia desde dentro. Mientras tanto, al convulso clima político se le añade la posibilidad de una hambruna que afectaría a millones de personas. El Papa tendrá un papel crucial a la hora evitar un enfrentamiento armado de consecuencias imprevisibles.
La gran novela del Vaticano, que anticipó en más de una década la asunción de un papa eslavo.
Cada jueves por la mañana a lo largo de dos años, Azar Nafisi, una valiente y brillante profesora iraní, reúne clandestinamente en el salón de su casa a siete de sus alumnas más aventajadas con el fin de leer libros prohibidos: obras de Jane Austen, Henry James, Scott Fitzgerald y, por supuesto, de Vladimir Nabokov, el autor de Lolita. Mientras las jóvenes poco a poco se expresan a través de los libros, se dan cuenta cómo sus propias vidas se van transformando y mezclando con la trama de las obras a las que se entregan.