Ocho relatos sobre la vida cotidiana en México En una tlapalería de la ciudad se oye, se ve, se huele el alegre ajetreo de los barrios, pero también la insidia y los dimes y diretes que le dan color a las historias que regocijan nuestra imaginación. Elena Poniatowska Amor muestra sus dotes de gran narradora y ofrece un inventario de personajes y lugares que reflejan el potencial que esconde lo cotidiano para cautivarnos. La Biblioteca Elena Poniatowska reúne la obra narrativa, ensayística y periodística de la autora que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un referente por su amor hacia lo popular y sus ritos. Tlapalería es una florida galería de las situaciones, tanto alegres como tristes, que les dan su carácter extraordinario a las vivencias de todos los días.
A principios del siglo XX, llega a una pequeña aldea perdida en los Alpes el pequeño Andreas Egger, tras ser abandonado por su madre con apenas cuatro años. El niño crece sometido a la férrea disciplina de su tío, y su horizonte se agota en la cadena de enormes montañas que rodean el valle. Así, entre esas cimas de nieves perpetuas y esas paredes rocosas de fiereza salvaje que en su juventud laceraron su corazón con gélida impiedad, la vida de Andreas discurre entre la rudeza del entorno y una forzosa adaptación a los cambios que impone el progreso. Y aunque la construcción del teleférico y la irrupción del turismo de masas, con el consiguiente aluvión de excursionistas y esquiadores, desfiguran el microcosmos mudando las costumbres ancestrales, al final de sus días el octogenario Andreas permanece fiel a su naturaleza, contemplando una puesta de sol o bebiendo leche recién ordeñada con el mismo arrobo con que cincuenta años antes observaba embobado a la única mujer que le fue dado amar.
De una concisión y una pulcritud extremas, Toda una vida es una novela bellísima, una fábula sobre el sentido y el sinsentido de la existencia. Las pulsiones básicas del ser humano, la generosidad y el egoísmo, el amor y la muerte, son los pilares de un relato que fortalece el espíritu como un singular antídoto contra el desasosiego que invade al hombre moderno.
Inmaculada Pelegrín López (1969, Lorca, Murcia). Pasa varias horas al día mirando a través de un microscopio, tal vez por esto sus versos estén llenos de cosas mínimas. Todas las mañanas se sorprende cuando, al salir de casa, alguno de los perros que viven allí, se le acerca moviendo la cola, quizás sea el motivo por el que sus palabras se refieran al asombro de lo cotidiano. Le gusta contemplar el cielo y hacerse preguntas. El cielo nunca se repite, las preguntas tampoco. Se podría pensar que a través de la poesía busque permanecer alerta ante el milagro, porque si pasase desapercibido sería como si no hubiese existido. En su vida hace muchos números, seguramente habrá llegado a la conclusión de que somos estadísticamente imposibles y sin embargo somos. Es probable que escriba para advertirnos de tal contingencia.
Clarice Lispector vivió casi dos décadas en el extranjero y mantuvo una larga y fructífera correspondencia con sus círculos profesionales y familiares. A pesar de afirmar que «no sabía escribir cartas», estas resultan en realidad una aventura tan fascinante y creativa como sus deslumbrantes novelas, cuentos y crónicas, ya que Lispector también hace gala en ellas de su infalible inspiración, humor y lirismo.
Todas las cartas, que reúne la correspondencia escrita por la autora brasileña a lo largo de toda su vida, constituye un corpus fundamental para comprender su trayectoria personal y literaria. El material, organizado por décadas de 1940 a 1970, va acompañado de notas que lo contextualizan en términos de tiempo y lugar, que además incluyen sustanciosas referencias culturales.
Esmé Weijun Wang, autora de Todas las esquizofrenias, no recibió el diagnóstico oficial de trastorno esquizoafectivo de tipo bipolar hasta 2013, ocho años después de haber comenzado a sufrir alucinaciones. Aunque era capaz de llevar una vida relativamente convencional, en ocasiones se veía asaltada por episodios psicóticos que la persuadían de estar muerta, o de que unas arañas le horadaban el cerebro, o de que un androide había suplantado a su marido.
Con enorme cercanía y una honestidad inquebrantable, Esmé Weijun Wang relata su historia y arroja luz sobre la enfermedad al examinarla tanto desde un punto de vista objetivo como desde su propia vivencia íntima, revelando cómo se siente la esquizofrenia desde dentro. Al hilo de su propio diagnóstico y de las muchas manifestaciones de la esquizofrenia en su vida, Wang reflexiona sobre el tema desde muy diferentes ángulos, que oscilan desde las etiquetas que utilizamos para hablar de enfermedad mental hasta su manera de vestir o maquillarse para mostrarse como una persona «de funcionamiento alto»; desde la experiencia traumática del internamiento forzoso hasta su decisión personal de renunciar a la maternidad. Merecedor del Premio Graywolf Press de No Ficción, Todas las esquizofrenias es un libro directo, intenso y conmovedor, que proporciona una mirada única a una enfermedad que durante demasiado tiempo ha sido mal diagnosticada y tristemente incomprendida.
Siempre supe que mi madre estaba loca. La novela más impactante de Hervé Le Tellier, autor de La anomalía.
Un destacado escritor francés se adentra en su propia historia en esta elocuente reflexión sobre las relaciones familiares disfuncionales.
Hervé Le Tellier no se consideraba a sí mismo como un niño infeliz. Y, sin embargo, entendió desde muy joven que algo andaba mal. Alcanzados los setenta años de edad y con la distancia emocional que facilita el paso del tiempo, Le Tellier se sintió capaz de escribir la historia de su familia.
Abandonado temprano por su padre y criado en parte por sus abuelos, se vio profundamente afectado por la relación con su madre, una mujer con problemas y con percepciones dañinas sobre el amor.
En este relato perspicaz y profundamente personal, Le Tellier intenta recordar tiempos difíciles sin ira ni arrepentimiento y, a veces, incluso con humor.