2023: Centenario del nacimiento de Szymborska.
Canción negra es el único poemario de Wisława Szymborska que quedaba por publicar en castellano. Hay libros que de alguna manera humanizan a sus autores, que dejan de presentarlos bajo una única luz plana. Canción negra, en el caso de Wisława Szymborska, quizá sea uno de esos libros. No publicado en vida de la premio Nobel de Literatura polaca —aunque sí varios de sus poemas, aparecidos en diferentes revistas o antologías—, nació como regalo en 1970 de su exmarido, el poeta Adam Włodek, con el que siempre mantuvo amistad.
Verano de 1969. Jane Quinn se sube al escenario del festival de Bayleen y, en ese momento, nacen una estrella y una apasionada historia de amor.
De gira con Jesse Reid, el músico cuyos infames ojos azules han roto multitud de corazones, los meses estivales se convierten en un torbellino de conciertos, atardeceres llenos de color y noches salvajes que absorben a Jane.
Sin embargo, no tarda en descubrir que tras la música de Jesse se esconde un oscuro secreto, y esto la empuja a coger su guitarra y volcar todo lo que siente en el disco que la convertirá en una estrella o la destruirá para siempre: Canciones desde la Osa Mayor.
Una fascinante constelación formada por siete relatos y una novela corta protagonizados por personajes femeninos.
Canoas reúne una novela corta y siete relatos que orbitan a su alrededor y están interconectados entre sí por vínculos subterráneos. Hay dos hilos que entrelazan las historias: la presencia de voces ―sus ecos, sus reverberaciones― y de personajes femeninos, protagonistas de estas narraciones.
Cantando a la primavera se publicó en Adonáis en 1945. Además de que acercó a los lectores españoles a la deslumbrante e influyente voz poética del norteamericano Walt Whitman, tuvo el atractivo e interés de que la traducción y el prólogo eran de la española de origen chileno Concha Zardoya, la primera mujer que editó en la colección un poemario suyo (Pájaros del nuevo mundo, 1946) y, después, con Dominio del llanto (1947), obtuvo un accésit en el primer fallo del Premio Adonáis ya bajo la dirección de Ediciones Rialp. Los tres volúmenes son inencontrables hoy día si no es en librerías de viejo.
Publicado en 1855 dentro de la primera edición de Hojas de hierba (de la que ocupaba más de la mitad del volumen), primero sin título y un año después bajo la denominación «Poema de Walt Whitman, un americano», Canto a mí mismo es, como dice León Felipe, el momento más luminoso de Walt Whitman, la obra que contiene su doctrina y su mensaje. Es «su gran poema polifónico», en el que «no falta ningún instrumento, ningu- na voz, ningún paisaje...». En efecto, todos los grandes temas en torno a los cuales se articula la inspiración de Whitman se hallan presentes en el Canto: Dios, la naturaleza, el cuerpo, la vida y la muerte, el amor, la camaradería... La voz del ‘magnífico haragán’, del infatigable vagabundo, del camarada universal, vuelve otra vez a sonar sobre los tejados del mundo. Esta vez su palabra se ofrece en edición bilingüe a cargo de Enrique López Castellón, que añade un extenso e interesan- tísimo estudio sobre el poeta, su vida, su pensamiento y su obra.