Quien se adentre en este libro se descubrirá enseguida en medio de una selva de plantas, animales y flores. Y encontrará también el examen moral de la experiencia que asociamos a la poesía escrita en inglés, y ese despliegue espectacular de geografías y paisajes interiores que comparten tantos de los poemas que se han escrito en Estados Unidos. Aunque nadie discute la preeminencia entre la poesía estadounidense (y la universal) de autoras como Marianne Moore, Elizabeth Bishop o Anne Sexton, lo cierto es que el canon de la poesía de Estados Unidos suele estar plagado, en ocasiones de manera rutinaria, por poetas varones, y que autoras como H. D., May Swenson o Amy Lowell no disfrutan todavía en nuestro país del reconocimiento que merecen. Las trece de poetas seleccionadas en esta antología –de la pionera Emily Dickinson a la benjamina Sylvia Plath–¬ cubren casi dos siglos de una tradición de poesía todavía joven, pero madura y de calidad indiscutible. Ofrecemos de cada una de las autoras una cantidad de poemas suficientes (sus cimas) para que el lector pueda formarse una imagen cabal de sus sutiles mundos artísticos.
Autor de novelas, cuentos y piezas teatrales, Mario Benedetti ocupa también un lugar relevante en el ámbito de la poesía, en el que parte de sus creaciones se han convertido en canción popular. La voluntaria aproximación a la prosa, la construcción de una "épica de lo cotidiano" propiciada por la incorporación de lo social y lo político, el amor y el humor son algunos de los ejes en torno a los cuales giran los versos del gran escritor uruguayo. La presente ANTOLOGÍA POÉTICA, seleccionada por él mismo y presentada por Pedro de Orgambide, constituye una muestra panorámica y difícilmente mejorable de lo más sustancial y conocido de sus versos.
Una antología personal con motivo del centenario del autor uruguayo, el poeta contemporáneo en español más querido por varias generaciones de lectores.
«Mario Benedetti es el poeta de los poetas. Y ese es un cargo que solo a los poetas que se han hecho a sí mismos no les pesa. No le conocí como hombre, pero intuyo en sus versos la arena mojada de sus dedos, y eso es casi igual de revelador. Que viva Mario, que viva su poesía.»
Antología poética ofrece una cuidada selección de los poemas más famosos y recordados de Miguel Hernández, con muestras representativas de todos los poemarios que el escritor publicó en vida: Perito en lunas, El rayo que no cesa, Imagen de tu huella, El silbo vulnerado, Viento del pueblo y El hombre acecha. No faltan, por otra parte, los poemas menos conocidos, las composiciones que solo vieron la luz en la colección póstuma Cancionero y romancero de ausencias o incluso un inédito.
Como argumenta el catedrático de Harvard Daniel Aguirre Oteiza en su brillante introducción, el conjunto permite apreciar el valor histórico y memorístico que ha ido adquiriendo esta enorme poesía, al tiempo que nos invita a acercarnos a ella con una nueva mirada desde nuestra posición histórica siempre cambiante.
W.B. Yeats es, junto a Ezra Pound y T.S. Eliot, el gran renovador de la poesía europea del siglo XX.
W.B. Yeats es, junto a Ezra Pound y T.S. Eliot, el gran renovador de la poesía europea del siglo XX. Nacido en Irlanda, su obra está transida de la mitología celtica, los ritmos del modernismo sajón y la fiebre de sus pasiones ocultistas y esotericas.
Lumen presenta aquí una rigurosa antología de toda su obra, seleccionada y prologada por el tambien irlandes y Premio Nobel de Literatura Seamus Heaney. La traducción corre a cargo de poeta Daniel Aguirre, quien ha llevado a cabo una impecable versión rimada, sin duda una de las aportaciones más brillantes que se han hecho a la traducción de poesía en nuestro país.
Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre; el otro, el de Nettie. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.