Nacer es la primera migración, el exilio compartido por la humanidad entera. A ciertas personas la vida o la violencia las empuja a seguir alejándose del lugar natal. Itinerantes, arrancadas, crisálidas del pasado perdido. A ellas dedica este libro William González Guevara, joven poeta transterrado que grafiteó versos de Rubén Darío en las paredes de un barrio de Madrid. La vida de los Inmigrantes de segunda transcurre en páramos contemporáneos, en neones de sueños apagados y vastas podredumbres. Allí donde brotan casas de apuestas para crear ludópatas y fusilar sueños. Donde el autorretrato del artista adolescente incluye una nueva vacía, tu chándal favorito, tu acento repudiado. Donde pese al racismo, todo el mundo el mundo refiere pagarte en negro. William acoge en sus versos lo que no cabe en los pactos de silencio.
A pesar de ser hermanos, Peter e Ivan Koubek tienen poco en común.
Peter, de treinta y pocos, es un carismático y renombrado abogado en Dublín de apariencia inquebrantable. Tras la muerte de su padre, lucha por mantener bajo control su caótica vida personal. Se medica para poder dormir y manejar la relación sentimental que mantiene con dos mujeres muy diferentes: su eterno primer amor, Sylvia, y Naomi, una estudiante universitaria que no se toma la vida muy enserio.
Ivan, de veintidós años, es un ajedrecista de carácter reservado, rígido en su actitud y aparentemente poco empático, que se ve a sí mismo como la antítesis de su hermano mayor, al que considera superficial y hablador. Pocos días después del funeral, Ivan conocerá a Margaret, una mujer catorce años mayor, y sus vidas se entrelazarán rápida e intensamente.
Intermezzo es un nuevo interludio para dos hermanos afligidos y las personas que aman, un tiempo cargado de deseo y desesperación, pero también de posibilidades. Una oportunidad para descubrir cuánto puede contener una vida sin romperse.
Una joven se muda de Nueva York a La Haya para empezar a trabajar como intérprete en el Tribunal Penal Internacional. La plenitud que le procura su nueva vida–una estimulante red de conocidos y amigos, un buen empleo, una incipiente historia de amor–le hace sentir que tal vez ha encontrado, como anhelaba, un lugar al que llamar hogar. Sin embargo, ese bienestar pronto comienza a resquebrajarse. Adriaan, su amante, abandona unos días la ciudad para reunirse con su esposa y concluir los trámites del divorcio, y repentinamente deja de contestar sus llamadas. A la vez, la protagonista recibe el encargo de traducir durante un juicio a un exjefe de Estado de un país africano acusado de crímenes de guerra, lo que la obliga a hacer suya la voz del criminal y a establecer con él una suerte de complicidad que nunca hubiera deseado. Mujer introvertida y observadora, se esfuerza por descifrar lo que está ocurriendo a su alrededor, pero no encuentra más que incertidumbres. Lo que parecía ser un camino recto se ha convertido de pronto en un laberinto.
Hipnótica y de una rara intensidad emocional,Intimidades, cuarta novela de Katie Kitamura, muestra el indiscutible talento de la escritora estadounidense para desnudar lo familiar y revelar sus aspectos más desconcertantes. Una lectura adictiva que se cuestiona hasta qué punto llegamos a conocer y comprender verdaderamente las motivaciones de aquellos que nos rodean y que reflexiona sobre el modo en que las intimidades, escogidas o impuestas, condicionan el curso de nuestras vidas.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza fue víctima de feminicidio. La asesinó su pareja con 20 años. Esta es su historia, contada en voz de su hermana. Una novela que rescata memorias y busca justicia para ella y para todas.
El 16 de julio de 1990, Liliana Rivera Garza, mi hermana, fue víctima de un feminicidio. Era una muchacha de 20 años, estudiante de arquitectura. Tenía años tratando de terminar su relación con un novio de la preparatoria que insistía en no dejarla ir. Unas cuantassemanas antes de la tragedia, Liliana por fin tomó una decisión definitiva: en lo más profundo del invierno había descubierto que en ella, como bien lo había dicho Albert Camus, había un invencible verano. Lo dejaría atrás. Empezaría una nueva vida. Haría una maestría y después un doctorado; viajaría a Londres. La decisión de él fue que ella no tendría una vida sin él.
La historia de la humanidad está llena de cosas perdidas, relegadas al olvido en ocasiones, o destruidas por el hombre o la erosión de los días. Algunos de esos dispares objetos, reales o imaginarios, quedan recogidos e inventariados en este libro: los enigmáticos fragmentos que han pervivido de los poemas de Safo, el Palacio de la República de Berlín, el tigre del Caspio o el supuesto esqueleto de un unicornio. Una obra cautivadora e inclasificable que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el significado de la perdida y el papel de la memoria a traves de la evocación de doce tesoros que el mundo ha perdido para siempre, pero que, gracias al rastro que dejaron tras de sí, en la historia, la literatura y la imaginación, tienen una segunda vida.
Laura Ymayo Tartakoff se inscribe en la promoción de cubanos que muy jóvenes marcharon al exilio. Como José Kozer, Lourdes Gil, Orlando González Esteva, Carlota Caulfield y Jesús Barquet, entre otros, ha desarrollado su personal expresión poética en ese universo. Comparte con ellos cierta nostalgia de paisajes y vínculos perdidos y el saber insertar en su creación una novedosa cartografía existencial. Sus poemas se construyen en un fluir narrativo, entregado más a la llamada ?poesía de la experiencia?, de raigambre anglosajona. Con esa claridad y precisión ha construido sus poemas. La concisión de sus versos, a veces atravesados de elocuentes elipsis y de silencios sonoros, confiere esa claridad que la distingue. ?Descubriremos [en los poemas de Ymayo Tartakoff] atinada mezcla de registros afectivos y delicado humor y un candoroso lirismo respaldado por una indeclinable apuesta vital?. CARLOS ESPINOSA DOMÍNGUEZ, El Peregrino en comarca ajena. Laura Ymayo Tartakoff nació en Santiago de Cuba en 1954 y una vez más en La Habana pues fue allí donde aprendió a leer y a escribir. Desde entonces ha vivido en Nueva York, San Juan de Puerto Rico, Washington, Boston, Ginebra, París y Cleveland. Obtuvo la beca ?Oscar B. Cintas?. Su poesía ha sido incluida en Burnt Sugar/Caña Quemada (2006) de Lori Marie Carlson y Oscar Hijuelos (Eds.) y en la Antología de la poesía cubana del exilio (2011) de Odette Alonso (Ed.). Es autora de los libros, Mujer martes (1976), Entero lugar (1994) e Íntimo color (2002), algunos de cuyos poemas aparecen en este inventario. También es coeditora de Poesía y política: poemas escogidos de Heberto Padilla (1974) y editora de Con todos y para el bien de todos: el pensamiento político y social de José Martí (2003). Enseña en el Departamento de Ciencias Políticas de Case Western Reserve University. Viaja a menudo y ha publicado ensayos sobre derecho, cultura y democracia.